MADRID. El Consejo de Administración de la Caja del Mediterráneo (CAM) ha decidido pedir 2.800 millones al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Esta cantidad tan elevada supone que el Estado tomará el control de la entidad. Probablemente el fondo de rescate destituya a los gestores, los reemplace por otros de su confianza e inicie el proceso de venta de la CAM a un competidor. El anuncio fue realizado en la tarde de ayer a través de un comunicado.
La CAM, que se convierte en la entidad que más ayudas públicas ha pedido y que pasará previsiblemente a estar controlada por el Estado, acordó también transferir todo su negocio financiero a un banco para dar entrada en su capital al FROB. El consejero de la CAM Jesús Navarro señaló, al abandonar la reunión del consejo, que la entidad seguirá "en solitario, con la ayuda del FROB, con el apoyo del Banco de España y con la solvencia que tiene".
Navarro aseguró que, con la aportación de dinero público, la CAM superará la barrera del 10% de capital básico (capital de máxima calidad) que exige el Ejecutivo.
La caja alicantina también destacó que la aportación le permitirá superar las pruebas de solvencia a las que se someterá toda la banca europea el próximo verano.
No obstante, la entidad dejó la puerta abierta en el comunicado a una alianza con otras entidades "que aporten las adecuadas sinergias y compartan con la CAM la filosofía de transparencia que exigen los mercados".
"La posibilidad de sumar nuevos socios está abierta y la entidad propiciará su integración si con ella su proyecto de futuro gana en tamaño y solidez, continuando con su tradicional política de integraciones", se añade en el comunicado.
La petición de dinero público supondrá que el Estado se haga previsiblemente con el control de la entidad, ya que su capital actual se calcula en una horquilla de entre 2.000 y 3.000 millones de euros.
proyecto roto Además hay que tener en cuenta que la entrada del FROB se hará aplicando importantes descuentos sobre el valor en libros, que podrían rondar incluso el 50% en el caso de la CAM dada su delicada situación (La Caixa aplicó el 20% para crear Caixabank). La decisión de la CAM se produce después de que el pasado miércoles se rompiera el proyecto de Banco Base por el rechazo de las asambleas del resto de miembros (Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura) a incorporar a la entidad alicantina por el elevado volumen de ayudas que requería.
Cabe recordar que las asambleas generales de Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura han rechazado su fusión con la alicantina CAM debido a los problemas de solvencia de esta última, una decisión que da al traste a la creación de Banco Base.
La fusión habría dado lugar a la quinta entidad financiera española. La caja asturiana, líder junto a la CAM en el grupo, ha afirmado que queda desvinculada "a todos los efectos" del contrato de integración suscrito en julio de 2010 y excluida del Sistema Institucional de Protección (SIP) -procedimiento conocido como 'fusión fría'- "al no haberse cumplido la condición necesaria para su efectiva puesta en marcha".
La CAM ha sido la única entidad que ha el visto bueno a la creación del grupo. El principal escollo para la fusión era los 2.784 millones de euros que se tenían que pedir al fondo de rescate, el doble de lo inicialmente previsto, para elevar la solvencia del banco debido a los problemas de la caja alicantina.
Este monto, sumado a los 1.493 millones pactados en forma de participaciones preferentes coloca a Banco Base a las puertas de la nacionalización, con el Estado como accionista mayoritario, lo que ha provocado el rechazo los socios de la CAM.
Tras el naufragio de Banco Base, ahora se abren varias posibilidades, entre ellas, incluso, la nacionalización de la CAM debido a su delicada situación. Las otras tres entidades podrían intentar continuar con su fusión sin la caja alicantina o buscar un nuevo socio para hacer un grupo mayor.