MADRID. Así lo han asegurado fuentes de Nueva Rumasa, que han apuntado que, de momento, estas dos últimas -que se encuentran en situación de preconcurso- serán las empresas para las que se solicitarán los concursos de acreedores voluntarios.
Dhul y Carcesa son las únicas compañías de Nueva Rumasa que, hasta la fecha, tienen el concurso de acreedores voluntario declarado y en ambas los Juzgados han acordado apartar a Nueva Rumasa de la gestión, nombrando a administradores concursales.
En el caso de Dhul el juez apreciaba que existían circunstancias que aconsejaban que el inicio del concurso se efectuara bajo un "control absoluto" de la administración concursal.
Otras de las razones aducidas era la existencia de numerosos procedimientos judiciales civiles en que Dhul había sido demandada en su condición de fiadora solidaria de esas deudas ajenas.
En Carcesa la decisión se adopta también intentando desvincularla "en la medida de lo posible" de las otras empresas relacionadas con ella y "gestionadas de hecho por una única dirección, y que se encuentran en estos momentos en situación de insolvencia actual o inminente".
Por lo que respecta a Clesa, la presentación en los Juzgados de Madrid del procedimiento preconcursal y la solicitud posterior en los de Pontevedra del concurso de acreedores voluntario han llevado al Juzgado de lo Mercantil número 2 de esta provincia a advertir de su "posible falta de competencia territorial" para hacerse cargo del concurso de acreedores de la empresa láctea.
Por ello, es posible que el procedimiento pueda trasladarse a Madrid, pese a que Nueva Rumasa argumentó que en Pontevedra estaba su principal centro de producción y que sus abogados así se lo aconsejaron.
En las ocho empresas restantes para las que Nueva Rumasa ha solicitado concurso de acreedores voluntario -Cacaolat, Hibramer, Quesería Menorquina, Bodegas Teresa Rivero, Zoilo Ruiz-Mateos, Garvey Jerez, Bodegas Valdivia y Unión de Grandes Bodegas- aún no se han pronunciado los respectivos Juzgados.
Nueva Rumasa optó por acelerar los concursos de acreedores de estas compañías tras acumularse en los Juzgados procedimientos de embargo contra bienes de estas sociedades que no podía frenar a través del proceso preconcursal que había solicitado para estas empresas.
En este sentido, las empresas de Nueva Rumasa, entre ellas Dhul y Clesa, deben cerca de 50 millones de euros a la Seguridad Social, que ha emprendido procedimientos de embargo por un importe próximo a los 19 millones de euros, según figura en los Registros de la Propiedad.
Mientras, continúan en proceso preconcursal 22 compañías de Nueva Rumasa, que son el equipo de fútbol Rayo Vallecano, Trapa, Elgorriaga, 15 hoteles de la división hotelera Hotasa, la patrimonial Clecao, Nueva Rumasa, Inversiones Jose María Ruiz-Mateos y José María Ruiz-Mateos (una de las compañías que emitió pagarés).