bruselas. La Unión Europea no descarta que Portugal necesite en las próximas semanas un rescate de 75.000 millones de euros para hacer frente a su crisis de deuda, agravada tras la dimisión del primer ministro José Sócrates. A cambio, exige al futuro Gobierno que asuma y ponga en práctica los ajustes y las reformas que había prometido Sócrates para calmar a los mercados y que el Parlamento luso rechazó.
La crisis política que aboca a Portugal al rescate domina la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que se celebra en Bruselas entre ayer y hoy. En la capital comunitaria se considera a Portugal como la última muralla que protege a España y se teme que su caída provoque un nuevo contagio a la deuda española, que en los últimos días se había alejado de la zona de riesgo pese a la rebaja de nota por parte de la agencia de calificación Moody"s.
cálculos El primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, ha dicho que no se puede descartar que la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) deban acudir al rescate de Portugal y cifró la asistencia necesaria en 75.000 millones de euros. De esta cantidad, 50.000 millones corresponderían a la UE y el resto al FMI, según el diario francés Les Echos.
Sin embargo, el líder de la oposición conservadora portuguesa, Passos Coelho, dijo que espera que el rescate no sea necesario. Tal posicionamiento contrasta con el de su colega conservadora, la canciller alemana Angela Merkel, para quien lo importante es que el futuro Gobierno portugués, sea del partido que sea, asuma y aplique los objetivos del plan de ajuste tumbado en el Parlamento luso, precisamente con los conservadores.
Por su parte, el primer ministro portugués en funciones, José Sócrates, eludió pronunciarse sobre la crisis política que vive su país y afirmó que acude al Consejo Europeo para "defender a Portugal, al proyecto europeo y a la moneda única". Sin embargo su ministro de Finanzas, Fernando Teixeira dos Santos, admitía que "en estos momentos, una crisis política es un gran empujón para que caigamos en los brazos de la ayuda externa".
Portugal necesita durante los próximos dos meses más de 8.300 millones de euros de financiación de los mercados. En los últimos días, la rentabilidad de sus bonos ha superado ya el 8%, un nivel considerado insostenible. No obstante, en Bruselas persisten las dudas de si un primer ministro en funciones puede pedir el rescate. Tras asistir a Atenas y a Dublín, quedan todavía 232.000 millones en la caja del fondo europeo. El problema se plantearía si la crisis se contagia de nuevo a España, ya que el mercado considera que el fondo actual no sería suficiente para acudir al rescate de Madrid.
españa Sin embargo el Gobierno español considera que la confianza de los mercados en España es clara al comprobar el nulo impacto que ayer tuvo la caída del Ejecutivo portugués en la prima de riesgo de la deuda o en la evolución de la bolsa, a pesar de los temores iniciales a posibles ataques especulativos. José Luis Rodríguez Zapatero, quiere dejar patente en Bruselas el compromiso del país con las reformas necesarias para cumplir el llamado Pacto del Euro y para ello suscribirá media docena de reformas (las que ya ha puesto en marcha).
A su llegada a la sede del Consejo europeo, el presidente español saludó al dimisionario primer ministro portugués, José Sócrates, con quien ha mantenido varias conversaciones en los últimos días ante el esperado rechazo del Parlamento luso a su programa de recortes. El mensaje trasladado es que España no va a inmiscuirse en la vida política y económica del país vecino, pero dejará claro que apoyará cualquier propuesta que ponga Portugal sobre la mesa para salir de la difícil situación que atraviesa.