madrid. Los sindicatos CCOO y UGT, y Nueva Rumasa han llegado a un acuerdo marco de Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por un periodo de seis meses, aplicable en un plazo máximo de un año, para las compañías de la familia Ruiz-Mateos.
Así lo aseguraron ayer el secretario de Política Industrial de la Federación Agroalimentario de UGT, Sebastián Serena, y su homólogo en CCOO, Jorgé Tomé, al finalizar la reunión mantenida en la Dirección General de Trabajo, y en la que también participaron representantes del Fogasa y de los Ministerios de Trabajo y de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM).
Los representantes sindicales avanzaron, además, que podrán acogerse a este acuerdo cada una de las compañías de la familia Ruiz-Mateos, en función de sus niveles producción. Precisaron igualmente que hoy enviarán a Nueva Rumasa un borrador que establezca estos Expedientes de Regulación Temporal de Empleo de 180 días, aplicables en un plazo máximo de un año, y que no consumirán prestación por desempleo si posteriormente no se presentase un nuevo expediente.
manga ancha Según explicaron, el acuerdo se dirige a las compañías que aún no han entrado en concurso de acreedores, mientras que el objetivo para las actualmente concursadas es que los jueces sean sensibles a la aplicación de este acuerdo alcanzado entre sindicatos, empresas, y no opten por la extinción de los contratos.
Ambos sindicalistas expresaron, también, que Nueva Rumasa ha anunciado su intención de presentar concurso de acreedores para el 90% de las empresas con retraso en el pago a proveedores. Tomé señaló que la gestión de los concursos de acreedores en un único proceso sería más "fácil", mientras que Serena manifestó su intención de reunirse con jueces y administradores concursales para tratar de garantizar la actividad de las industrias de Nueva Rumasa.
Por su parte, el consejero delegado de Nueva Rumasa, José María Ruiz-Mateos Rivero, defendió que ellos "son humanos" y que "todos cometemos errores cada día", pero que su mayor fallo ha sido "no despedir a nadie y haber confiado en nuestro banco de los últimos 20 años, el Santander, y pensar que estaría a las duras y a las maduras". "Sin embargo, no ha sido así; esto ha complicado seriamente toda nuestra posición financiera y ha sido el causante principal de que nos encontremos en esta situación", explicó.