Madrid. El preacuerdo alcanzado ayer de madrugada entre AENA y los sindicatos (UGT, CCOO y USO), tras una maratoniana negociación de 17 horas, garantiza que en los contratos de concesión para la gestión privada de los aeropuertos de Barajas y El Prat, se establecerá para cada uno de ellos las plantillas consideradas como mínimas en la gestión aeroportuaria y que se ceñirían, en principio, a las que actualmente trabajan en cada centro. Además, el preacuerdo especifica que para alterar esas plantillas las futuras concesionarias deberán consultar previamente con los sindicatos.

Fuentes de Fomento, encargadas de la interlocución con los sindicatos (AENA es una empresa pública dependiente de ese Ministerio) aseguraron ayer que "no hay perspectivas" de que se produzca una reducción de empleo en Barajas y El Prat sino "todo lo contrario".

La garantía de los puestos de trabajo era la principal reivindicación de los sindicatos convocantes de los 22 días de huelga en Semana Santa y verano, que ahora, y conocido el contenido del preacuerdo, deberán ratificarlo en asambleas y aprobarlo en referéndum (los 11.000 trabajadores de la empresa) para que la huelga quede desconvocada.

En el anterior borrador, se establecía que la plantilla existente en cada aeropuerto concesionado no podía ser modificada a la baja por la concesionaria sin autorización de la sociedad de seguimiento. La diferencia es que ahora se impone la consulta previa con los sindicatos. Los trabajadores que pasen a las futuras concesionarias (unos 2.800) quedarán en situación de "suspensión de contrato de trabajo", bajo la modalidad de "excedencia especial". Además, se les reconoce la movilidad laboral, ya que podrán concursar en los procesos de promoción interna que se celebren en AENA y, en caso de reingreso, el tiempo que hayan trabajado en la concesionaria contará a efectos de antigüedad. El segundo punto del principio de acuerdo es la presencia de AENA en el consejo de administración de las sociedades concesionarias de la gestión de Barajas y El Prat. Otra de las novedades es que los puestos de trabajo temporales considerados estructurales se convertirán en fijos.