Vitoria. El sueño de volar sin escalas desde Vitoria a Nueva York tendrá que esperar. La "ilusión" y el "optimismo" con el que el Gobierno Vasco, mediador oficial en este asunto, valoraba la propuesta para Euskadi cayó ayer en saco roto no por razones técnicas -el aeropuerto alavés goza de una estructura suficiente para acoger vuelos intercontinentales- sino por cuestiones estrictamente económicas.
Así lo entendió al menos el consejo de administración de VIA, la sociedad para la Promoción del Aeropuerto Internacional de Vitoria, que ayer acordó rechazar la oferta norteamericana por no considerarla "lo suficientemente adecuada". Este nuevo palo para la imagen y el estado de ánimo del aeropuerto alavés se produjo después de analizar "al detalle" la oferta de la compañía Delta Airlines, si bien VIA anunció en un escueto comunicado "que seguirá trabajando en la posibilidad de implantar en Foronda alguna operación transoceánica más a largo plazo".
No a Air Nostrum Entre tanto, a la espera de que la crisis repunte y se anime el circuito europeo, fundamentalmente, la sociedad promotora de Foronda anunció la promoción de un concurso público para la reanudación de operaciones de pasaje en Vitoria. El consejo de VIA, integrado por el propio Gobierno Vasco, la Diputación de Álava, el Ayuntamiento y la Cámara de Comercio e Industria de Álava, tomó esta decisión tras evaluar las diferentes propuestas presentadas, una de ellas de la compañía valenciana Air Nostrum, que el pasado 28 de febrero suspendió su vuelo directo con Madrid "por falta de rentabilidad".
La convocatoria del concurso se producirá en breve, aunque su resolución es posible que no se produzca hasta pasado el verano. Con esta medida, VIA pretende ampliar el espectro de compañías que pudieran operar en el entorno europeo desde Vitoria. Y hasta que eso ocurra, la actividad de Foronda se circunscribirá únicamente a la actividad carguera, que el pasado mes de febrero repuntó, y, en los meses de verano, los contados vuelos chárter a destinos como las islas Canarias o las Baleares. Pobre balance para el que, se supone, es el mejor aeropuerto del norte del país.