BILBAO. El Gobierno español no tiene dudas sobre la idoneidad de una fusión total de las tres cajas de ahorros de la CAV, según señaló ayer el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, en una entrevista en Radio Euskadi, Tampoco las tiene la ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado. Según ha podido saber DEIA la titular de asuntos económicos del Ejecutivo de Zapatero ha recomendado en varias ocasiones al Gobierno de Patxi López que acepte la fusión plena de BBK, Kutxa y Caja Vital, operación que, según la mayoría de los analistas financieros, tiene todo el sentido económico del mundo.

En los últimos días, Salgado ha hablado en varias ocasiones con destacados dirigentes socialistas y cargos del Ejecutivo de Patxi López para trasladarle su recomendación de que la postura más coherente con la letra y el espíritu del decreto recién aprobado de la reforma del sistema financiero es la fusión plena de las tres cajas de ahorros vascas. Según ha podido saber este diario, en el Ejecutivo vasco son renuentes a esta posibilidad, tal y como los propios dirigentes del PSE han expresado en sus manifestaciones públicas, apostando por una fusión fría entre BBK y Caja Vital. Moncloa ha reclamado a López que ceda para propiciar una integración plena de las tres entidades financieras y evitar así salidas parciales que no se adecuen a la realidad económica y social de las cajas y del país.

En el mismo sentido, Jáuregui lanzó ayer, a través de Radio Euskadi, un claro mensaje a sus compañeros de partido en Euskadi y les recordó que "la fusión de las tres cajas es muy razonable". En relación a la petición del PNV de una fusión plena de las tres entidades financieras vascas sin pasar por procesos descafeinados como la fusión fría entre BBK y Caja Vital que insisten en defender desde el PSE y el PP, el ministro socialista se mostró de acuerdo con las tesis nacionalistas porque "las cosas no admiten más que una solución: fortaleza, solidez".

Aunque el ministro de Presidencia afirmó que desconocía si el PNV "ha hecho esa petición" de una fusión inmediata de las tres entidades financieras de la CAV, recordó que "yo era partidario de la integración cuando otros no lo veían, hace sólo dos años".

Ramón Jáuregui fue más allá y criticó los, a su juicio, localismos fuera de lugar que se argumentaron desde Araba para paralizar el anterior acuerdo de fusión alcanzado entre los presidentes de las cajas de ahorros en la época de Gregorio Rojo, Xabier Irala y Carlos Etxepare.

"En Araba me pareció que se creo una campaña completamente anacrónica, fuera del tiempo, y los hechos han demostrado que lo era, porque era una campaña de alavesismo, localismo que no tiene que ver con la lógica de las cosas, la necesidad de la dimensión en términos económicos, de ir a los mercados para captar dinero y poderlo prestar y rentar mejor el dinero del ahorro incluso", afirmó Jáuregui en línea con las tesis que defienden la práctica totalidad de los analistas financieros y el PNV.

Entre los argumentos que esgrimió el miembro del Gobierno español para justificar la necesidad de una fusión entre las tres cajas de ahorros de la CAV, -muy pequeñas de tamaño en solitario en el escenario que se está configurando con la integración de 45 cajas en 17 grandes grupos-, destacaba la referencia a las peticiones de "transparencia y fiabilidad" que los mercados exigen a la banca del Estado español en los últimos meses. "No sé si tiene que ser la fusión de las tres cajas de ahorros vascas, pero, probablemente, es la cosa más lógica".

Asimismo, reconoció que un proceso de fusión tiene que tener en cuenta las características de cada territorio por lo que el proceso debe acometerse respetando las peculiaridades del país, de los territorios, la fuerza de la dimensión provincial en nuestra realidad política, pero "salvando esas cosas, es imprescindible".

El ministro español no obvió otra de las críticas realizadas a los procesos de fusión de las cajas de ahorros y que aluden, según algunos, al posible cuestionamiento de la obra social en el futuro. Aquí Jauregui fue rotundo al recordar que sin beneficios no hay obra social.

Es "poco realista" que se afirme que se puede reducir el dinero de la obra social, cuando ésta "es consecuencia del beneficio que obtenga la caja de ahorros" y los intereses de los ciudadanos y las familias y las pequeñas empresas son los de poder recibir préstamos, algo que no podrá hacer "si no capta dinero en el exterior por no ser fiable". "Salvemos lo necesario, pero seamos responsables de lo principal".

En este sentido, en defensa de la fusión de las tres cajas, Ramón Jauregui cree que "en la medida en que se haga una caja más fuerte habrá más beneficios" e inclusive en la "supuesta bancarización, que se plantea como un peligro mayor", la caja no perderá su influencia "en ese supuesto banco del que se forme parte".

La línea argumental de Jauregui coincide plenamente con la que tanto en público como en privado sostiene el Gobierno Zapatero que es plenamente favorable a procesos de concentración de las cajas y que, tal y como recuerda, el Banco de España, mejor si es mediante fusiones plenas que mediante operaciones con tintes de provisionalidad o reversibilidad que no ayudarían a recuperar la plena confianza de los mercados financieros internacionales.

Es en este contexto en el que hay que entender el interés del Gobierno español en que prospere una integración total de las tres cajas y sus llamamientos en privado al Gobierno vasco para que no dificulte el proceso. En esta línea, el portavoz económico del PNV en el Congreso de los Diputados, Pedro Azpiazu, pidió al Gobierno vasco que "recapacite" y demuestre "generosidad" para impulsar una única caja vasca. Azpiazu, representante del PNV que ha negociado con Elena Salgado el apoyo al decreto de reforma de las cajas, manifestó ayer que "desvariaríamos si no hiciésemos una fusión de las cajas vascas, ya que tienen fortaleza suficiente" para ello.

Según Azpiazu tener "un caja potente vasca con la imagen de marca que tiene, con la cercanía que supone, y con una estrategia industrial al servicio del territorio en el que opera, es un activo muy importante". A su juicio, hay que potenciar este modelo, ya que "es algo que por lo que hemos apostado muchísimos, como hace ahora Jáuregui. Este es un modelo de futuro", destacó.

Pedro Azpiazu recordó ayer que planteó a Elena Salgado, su modelo de las tres entidades financieras de la CAV "fusionadas", y a la ministra le pareció "válido y consistente". El diputado del PNV emplazó a "hacer una caja potente, que tenga una verdadera implantación en el territorio para impulsar la actividad, y para mantener e incrementar, si se puede, la obra social".