madrid. Los bancos españoles empujaron con fuerza la Bolsa, lo que dio alas al Ibex 35 en su carrera por alcanzar, esta vez sí, los 11.000 puntos. Anteayer, el selectivo de la Bolsa española, tras sucesivos intentos, logró cerrar sobre esta cota psicológico el pasado día 2 por primera vez desde el 21 de abril de 2010, antes de la debacle de Grecia, aunque no logró mantener este nivel durante la siguiente jornada. Al cierre, el selectivo ha avanzado un 2,05% y hoy jueves abrirá en 11.047 enteros con Bankinter en un lugar destacado con un repunte del 6,68%. Los dos grandes, Santander y BBVA, se revalorizaron un 3,76% y un 4%, mientras el conjunto de la banca ganó un 4,18%.

Dado el mayor peso que el sector financiero tiene en el Ibex frente al resto de plazas europeas, el selectivo español se situó al frente de las subidas que también registraron las otras bolsas de referencia internacionales gracias a los buenos resultados que están presentando las empresas. Al final de la jornada, Milán ganó un 1,5%, París un 1,23%, Londres un 0,84% y Fráncfort un 0,23%. En los mercados de divisas, por su parte, el euro se mantuvo estable en los 1,35 dólares.

Los inversores se despertaron ayer con nuevas noticias sobre el sector financiero en Alemania, donde el maltrecho banco West LB, que ha recibido ayudas públicas por 7.000 millones de euros, ha anunciado su división en cuatro unidades para separar sus activos más dañados de los que aún siguen siendo rentables. También llegaron novedades desde Holanda, donde el conglomerado financiero ING ha dejado atrás los números rojos tras ganar 3.220 millones de euros en 2010. Por otra parte, destaca la compra de la multinacional farmacéutica francesa Sanofi de la estadounidense Genzyme por la friolera de 20.100 millones de dólares (15.500 millones de dólares), parte en efectivo parte comprometido al resultado de algunos medicamentos en estudio, dentro de la reactivación de las operaciones corporativas en los mercados internacionales.

En los mercados de deuda y con la excepción de Portugal, que veía aumentar la presión en su contra, continuaba el alivio de ayer. Gracias a esta calma, la prima de riesgo española se mantenía en torno a los 211 puntos básicos.