Tokio. Japón quedó relegado en 2010 a la tercera economía mundial ante el imparable empuje de China, todo un cambio de era para un país que desde 1968 solo había sido superado por Estados Unidos en lo referido al tamaño de su Producto Interior Bruto (PIB). El Gobierno nipón confirmó ayer que en 2010 el valor nominal de su PIB fue inferior al de China, 5,47 billones de dólares frente a los seis billones anunciados por Pekín en enero cuando dio a conocer un crecimiento de más del 10%.
La crisis de la que Japón no logra despegarse desde 1991, con lentas tasas de actividad económica, persistente deflación y un serio problema demográfico, contrasta con el fuerte crecimiento de China, impulsado por sus exportaciones y apetito por el consumo.
En 2010, la economía japonesa creció un 3,9 % en términos reales en su primer avance en tres años, después de haberse contraído un 6,3% en 2009 a causa de la crisis mundial.
Mientras tanto, el PIB de China subió un 9,2% en 2009 y un 10,3% en 2010, y, de seguir así, en 20 años podría superar a Estados Unidos como primera potencia mundial.
No obstante, las dos potencias asiáticas siguen muy alejadas en cuanto al reparto de la renta per capita pues en Japón es diez veces superior a la de China (42.431 dólares frente a 4.412).
"No luchamos por ser los primeros sino por mejorar el bienestar de la población. Desde ese punto de vista, nos felicitamos por el avance de China como país vecino", aseguró el ministro de Política Económica, Kaoru Yosano.
Por otro lado, continúan los problemas para el Gobierno nipón, que informó de que entre octubre y diciembre el PIB japonés se contrajo un 1,1% en tasa anualizada, por primera vez desde julio-septiembre de 2009, y que cayó un 0,3 % con respecto al trimestre anterior.
La contracción de Japón entre octubre y diciembre se debió sobre todo al retroceso del 0,7% en el consumo privado, que supone el 60% del PIB, y al recorte de otro 0,7% en las exportaciones, uno de los motores económicos del país.
Las perspectivas para el actual trimestre son más halagüeñas, con Toyota, Sony o Nissan revisando al alza sus perspectivas anuales de ganancias por la recuperación en Asia y otras regiones, si bien la fortaleza del yen afectará a sus ventas.
Yosano consideró temporal esta contracción y auguró que la actividad económica volverá a ser positiva en Japón durante el actual trimestre, último del año fiscal que concluye en marzo.