MADRID. El Gobierno mantiene la discreción en torno a la negociación con los sindicatos para reformar el sistema de pensiones y el jefe del Ejecutivo, Jose Luis Rodríguez Zapatero, se ha limitado a contestar con un escueto: "Todo difícil".

Con estas palabras ha respondido en los pasillos del Congreso a los periodistas que le han preguntado por la marcha de las negociaciones ante la proximidad del Consejo de ministros que aprobará este viernes el proyecto de ley.

Cuando un informador le ha preguntado si todo iba bien, se ha limitado a sonreír y recordar las dificultades de la negociación.

También la vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado, ha eludido responder a la pregunta de si era optimista: "Prefiero ser prudente", se ha limitado a señalar.