madrid. El superávit de la Seguridad Social cayó un 71,97% en 2010 y cerró el año en 2.382,97 millones de euros, lo que supone el 0,2% del PIB, tal y como estaba previsto en el plan de reducción del déficit, según anunció ayer el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado. Sin embargo, el mandatario socialista explicó que a esta cifra habrá que sumar el resultado del Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE) y el Fogasa, por lo que los datos en términos de Contabilidad Nacional no coincidirán totalmente y podrán arrojar un superávit ligeramente menor, aunque espera que siga siendo positivo.
Los 2.382,97 millones son consecuencia de unos ingresos de 122.484,55 millones de euros, lo que supone un descenso del 0,97%, mientras que las obligaciones reconocidas (los pagos) se situaron en 120.101,58 millones de euros, un 4,55% más. Según Granado, estas cifras constatan que "se han cumplido las previsiones en materia de gastos e ingresos y que sólo una inflación mayor de la prevista al cierre del año ha desviado en 400 millones la previsión inicial de superávit para el sistema de Seguridad Social (unos 2.800 millones)".
Esta desviación de la inflación (IPVC mayor al esperado) no sólo afecta al nivel de gastos del sistema, sino que también provocará cierto incremento en las bases de cotización en 2011 si se traslada a los salarios, "lo que permitirá aumentar ligeramente los ingresos".
Preguntado por si los datos de cierre son buenos o malos, Granado admitió que le hubiera gustado un balance "mejor", aunque si se compara la situación española con las administraciones de otros países, los resultados son buenos. "Si me analizo, no, pero si me comparo...", dijo el secretario de Estado después de asegurar que sería "perfectamente explicable" un déficit moderado en el actual contexto.
ingresos Al analizar los datos más concretos, las cotizaciones sociales han ascendido a 105.682,72 millones de euros, lo que representa una disminución interanual de 0,82 puntos respecto a 2009. Además, en estos momentos, el Gobierno ha aplazado a las empresas el pago de cotizaciones por valor de 8.000 millones para evitar que ninguna de ellas caiga, ya que, como sostiene Granado, si las empresas van bien, la Seguridad Social también va bien.
Los ingresos patrimoniales, por su parte, alcanzaron un importe de 2.792,42 millones de euros derivado, fundamentalmente, de los intereses generados por la cartera de valores del Fondo de Reserva de la Seguridad Social.
Las tasas y otros ingresos reflejan la cantidad de 1.275,51 millones de euros, lo que significa una subida de 3,26% respecto al ejercicio anterior por el incremento de los recargos de apremio e intereses de demora en la recaudación de cuotas.