donostia. Caja Laboral cerró el ejercicio de 2010 con un beneficio neto de 51,4 millones de euros, un 8,9% menos que en el 2009, informó ayer la entidad de ahorro de la Corporación Mondragon en un comunicado. El crédito a clientes se elevó a 16.471,3 millones de euros, lo que significa un descenso del 1,9%, una tendencia que se ha registrado tanto en la inversión en economía doméstica, que se ha reducido en el 0,7% por la menor demanda de créditos hipotecarios, como en el ámbito de las empresas, que han disminuido sus préstamos en un 4,5%.

La caja destacó que su ratio de morosidad se ha situado en el 3,17%, entre los más bajos del sector, cuya media en octubre fue de 5,58%. Respecto a la solvencia, en términos de Core Capital, la entidad de ahorro guipuzcoana presenta un índice de 10,84%, lo que la sitúa entre las primeras de España. También cuenta con "niveles holgados" de liquidez, con un índice de depósitos sobre créditos concedidos del 85%, una cifra superior que la media de las cajas (71%) y de los bancos (62%).

Laboral subrayó el comportamiento de la Cuenta Max, uno de sus productos más populares, que aumentó su saldo un 20% en 2010 y supera ya los 225.000 clientes titulares. La entidad explicó que la situación de bajos tipos de interés y la guerra del pasivo están rebajando sustancialmente los márgenes de intermediación, que en su caso han bajado un 19,5%.

La "contención" de los gastos de administración, que han disminuido en un 2,4%, situaron el índice de eficiencia en el 44%, lo que mantiene a esta caja "en posición de liderazgo". Además, "a pesar del descenso en el ritmo de crecimiento de los activos dudosos", Caja Laboral mantiene un "importante volumen de dotaciones", que se cifra en 152,2 millones de euros, lo que sitúa el índice de cobertura de los activos dudosos en el 82%, diez puntos más que en el 2009 y "claramente mejor" que la media del sector.