Euskadi busca su hueco

en un país sin medida

Suelen decir de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) que son como un imán, que al final acaban atrayendo a todo el mundo. Y algo así parece que viene ocurriendo desde hace años. En este pequeño país de apenas seis millones de habitantes -el 80% extranjeros-, bañado por las costas del Golfo Pérsico, todo es desmedido y extravagante. Casi todo, en apariencia, suena a despilfarro, a opulencia desmedida, pero nada más lejos de la realidad. Su mediática puesta en escena responde al credo que dicta su actual jeque, Sheik Khalifa bin Zayed al Nahyan, a su vez presidente y emir de Abu Dhabi: "Nadie se acuerda nunca del segundo", sentencia. Dicho y hecho. EAU se ha convertido en una de las economías más dinámicas y emergentes de Oriente Medio, un punto de encuentro crucial en la estrategia de internacionalización de cualquier empresa con ambiciones globales. Todo ello es posible gracias a la riqueza energética que subyace bajo sus pies. En estos momentos, el país es el octavo productor mundial de petróleo con 2,4 millones de barriles al día, que le reportan unos 70.000 millones de dólares al año, y además es el quinto productor de gas natural.

80 empresas vascas

En busca de la oportunidad

Sobre este océano de petrodólares ha ido edificando en los últimos tiempos ciudades imposibles y proyectos de ensueño cuyas inversiones han rozado en muchas ocasiones el esperpento. Sólo así se explica la construcción de una estación de esquí en mitad del desierto, la edificación del único hotel de siete estrellas del mundo o el proyecto arquitectónico más ambicioso de la historia: Palm Jumeirah, un complejo de 3.000 viviendas de lujo asentadas sobre una hoja de palmera de arena que el gobierno emiratí ha esculpido ganando terreno al mar. Lo dicho. Un país sin medida. Pero algo está empezando a cambiar. La idea de un futuro sin petróleo o la aparición de una energía alternativa al oro negro que acabe con su statu quo ha provocado que el país despierte y comience a pensar en el futuro. En cómo diversificar su economía y no depender exclusivamente de los hidrocarburos, que en estos momentos representan el 38% del PIB.

Y por ahí precisamente pueden venir las oportunidades para crecer y abrir negocio en las cerca de 80 compañías vascas que desde hoy y hasta el próximo jueves visitarán EAU y Qatar en una misión comercial organizada por las Cámaras de Comercio vascas y presidida por el lehendakari, Patxi López, que ayer emprendió su cuarto viaje oficial tras los de Nevada (Estados Unidos), Brasil y China.

En esta misión se darán cita firmas tractoras vascas como Irízar, Grupo Mondragón, Iberdrola, Sener, Tubacex, Aernnova, Fagor o Ampo, pero también pymes de sectores como el del hábitat-contract, el logístico, el alimentario, la construcción o el energético, con las renovables a la cabeza, un sector en franco crecimiento en un país cuyo PIB se espera que crezca este año entre un 4%. En ese empeño de dinamizar su estructura económica y continuar creciendo, Abu Dhabi y Dubai -los emiratos más estratégicos de los siete que conforman el país- se presentan también como un filón en cuestión de infraestructuras. Sólo en Abu Dhabi se están llevando a cabo los principales proyectos de metro, tren ligero y ferrocarril del país, además de existir un plan urbanístico descomunal en las ciudades de Algarbia y Al Ain para edificar entre 14.000 y 20.000 viviendas nuevas al año. Este emirato, además, está volcándose en el desarrollo de fuentes alternativas de energía, limpias y sostenibles. Y la ciudad de Masdar es el mejor ejemplo. Se trata de una urbe nueva, 100% ecológica y en la que se van a invertir 25 billones de dólares. Pero también Abu Dhabi quiere unir su futuro al turismo cultural y deportivo -con la Fórmula 1 a la cabeza-, la educación o los hospitales y empresas relacionadas con el sector, para los que ha construido el Dubai Healthcare City, una zona franca que ha costado otros 18.000 millones de dólares.

600 compañías

Cumbre Mundial de la Energía

Y por si no fueran suficientes sus ansias de crecimiento e inversión, un último dato, el multimillonario fondo que existe en los EAU para proyectos de construcción: 600.000 millones de dólares. Una minucia para un país cuyo PIB per cápita asciende a los 42.000 dólares. Al margen de este baile mareante de cifras y proyectos, el segundo gran objetivo del viaje pasará por posicionarse en este mercado y, sobre todo, ser capaces de exportar y vender la tecnología vasca en el campo de las renovables, un nicho que EAU quiere liderar en los próximos años. No es casual, por tanto, que la Cumbre Mundial de Energías de Futuro (World Future Energy Summit -WFES 2011-) celebre su cuarta edición en Abu Dhabi. Allí estarán algunas de sus empresas -Zigor, Incoesa, Sener, Gema, Torresol Energy y Ormazábal-, que formarán parte de un mastodóntico stand con 600 compañías de todo el mundo.

La escalada imparable del petróleo en el Golfo ha provocado en las monarquías árabes un incremento espectacular de sus ingresos, que se ha traducido igualmente en un incremento de sus inversiones en las grandes empresas y plazas bursátiles. Desde noviembre de 2007 los fondos soberanos han inyectado más de 40.000 millones a bancos de Europa y Estados Unidos afectados por la crisis, según datos del FMI. En el caso de Emiratos, su compañía especializada en inversiones estratégicas que le reporten un retorno tecnológico se llama Mubadala, y tiene presencia en 40 países. El 5% de Ferrari, por ejemplo, es suyo. Pero ahí más. Mubadala también tiene otro fondo llamado ABIA (Abu Dhabi Bussiness Company), con 600.000 millones de euros, para invertir en pura rentabilidad. O Masdar, una spin off que a su vez dispone de tres áreas de negocio: una para invertir en firmas del sector; otra para compañías nobeles; y una última dedicada al montaje de plantas solares.