bruselas. El Gobierno español está convencido de que los socios europeos no pedirán a España nuevas medidas de ajuste económico para frenar los ataques que está sufriendo la deuda soberana de la zona euro. Fuentes de la delegación española que acompaña al jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, en la cumbre europea que se celebra en la capital belga descartaron por completo esa posibilidad.

Recordaron en ese contexto los elogios que recibió en el último Consejo de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin) el paquete adicional de medidas económicas aprobado por el Gobierno español, con iniciativas como la privatización parcial del gestor de aeropuertos AENA y de Loterías y Apuestas del Estado, la rebaja de la fiscalidad de las pymes o la subida de impuestos sobre el tabaco.

Tanto el Ecofin como la Comisión Europea, recalcaron estas fuentes, valoraron las nuevas iniciativas de consolidación fiscal y también el compromiso de acelerar las reformas estructurales, ya que el Gobierno avanzó que presentará la reforma del sistema de pensiones el 28 de enero. Con estos precedentes, a su juicio, no se puede esperar de esta cumbre sino un respaldo a la política que lleva a cabo el Gobierno. El presidente Zapatero elogió la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de duplicar su capital y consideró que, con ella, aporta fortaleza para garantizar la estabilidad ante los mercados. Zapatero expresó esa opinión ante el resto de jefes de Estado y de Gobierno de la UE reunidos hoy en Bruselas para analizar, entre otros asuntos, la crisis de las deudas soberanas de los países del euro y la desconfianza de los mercados hacia los estados miembros periféricos.

En los primeros compases del Consejo Europeo hubo referencias a la decisión del BCE de duplicar su capital en 5.000 millones de euros, hasta los 10.760, para afrontar el riesgo de pérdidas por la compra de deuda pública y la volatilidad en los mercados de divisas.

El jefe del Gobierno español, según fuentes de su delegación, trasladó a sus colegas europeos que la medida del BCE es muy positiva y tendrá un efecto beneficioso en favor de la estabilidad.