MADRID. No obstante, ha eludido precisar las argumentaciones que presentará esta tarde, en primer lugar porque se debe al Consejo de Ministros, así como por respeto a la Cámara Baja, que este mismo jueves podría tener que votar la prórroga.
Durante su intervención final ante la Comisión del Fomento de la Cámara Baja, el ministro ha asegurado que no puede dar "carta de naturaleza a declaraciones espontáneas" de representantes de USCA "que ya no saben si lo son" y que no han sido avalados por otros miembros del sindicatos" y que tiene "datos" que apuntan a que la "inmensa mayoría" de la opinión pública lo avalaría.
Ante las críticas de ERC e IU, que ven injustificada la prórroga, Blanco ha recordado que en agosto de este año, AENA alcanzó con USCA un principio de acuerdo para la renovación del convenio, en línea con la reforma legal, por el que los controladores se comprometieron a mantener durante todo el proceso un "clima de normalidad operativa", pacto que sólo unos meses después empezaron a cuestionar.
En cualquier caso, ha remarcado que esta crisis no debe confundirse con el conflicto laboral, al que el Gobierno tiene la "firme determinación" de dar una salida con la vista fija en el plazo límite del 31 de enero, ante lo que "indudablemente", no descarta un arbitraje, ya sea forzoso o voluntario.
PREFIERE EVITAR EL ARBITRAJE
"Aunque nos gustaría no tener que acudir a ninguno", ha puntualizado, antes de remarcar que se actuará con toda la "determinación" que marque la ley. No obstante, sobre la posibilidad de que no exista acuerdo con los controladores antes del 31 de enero, el ministro ha manifestado que de ese asunto "se hablará en su momento".
"AENA es eficiente lo que no lo es el coste de la navegación aérea que es distinto", ha insistido Blanco, para recordar que son los mas altos de la UE lo que llevó a tener la productividad más baja de la UE", aspecto éste que dijo, "no tiene que ver nada con el resto de la gestión que hace AENA dentro y fuera de España".
En cualquier caso, Blanco ha asegurado que cuando concluya el estado de alarma, se va a "intensificar la negociación", pero siempre con el plazo improrrogable del 31 de enero como fecha límite, tras la cual habrá que tomar "otras decisiones" en relación a la negociación colectiva.
"TODOS HEMOS TOLERADO ALGO INTOLERABLE"
En respuesta al diputado del PNV, José Ramón Beloki, Blanco ha admitido que la situación supone un "fracaso político en toda regla", del que asume "parte de la responsabilidad", pero no toda, ya que tanto el PSOE como el PP, como el resto de formaciones "ha tolerado algo intolerable".
"Y tengo la determinación y la fortaleza que da saber que la ciudadanía está de acuerdo inmensamente con lo que hemos hecho y vamos a seguir haciendo", ha insistido, remarcando que es el momento de estar unidos para que no haya "grietas" ante el que hace el "chantaje" con acciones "cobardes" contra un proceso de reformas "absolutamente necesario".