madrid. El expresidente del Gobierno Felipe González hizo ayer un llamamiento al Banco Central Europeo (BCE) para que se decida a comprar deuda pública de los Estados miembros que están sufriendo el acoso de los mercados si quiere evitar el colapso del sistema. Pero esta medida, avalada por un ex presidente del Gobierno (y miembro del equipo de sabios que asesora a Moncloa), no ha sido sólo defendida por González sino que desde el PSOE también la respaldan. Así, José Antonio Alonso, portavoz parlamentario de los socialistas, se mostró ayer mismo dispuesto a secundarla bajo la premisa de que un inversor seguro y fuerte como el BCE cortaría la estrategia de los especuladores de disparar la rentabilidad del bono español no pujando por él.
Fue Felipe González quien más claro lo dijo: "Si sólo el Banco Central Europeo hiciera la tercera parte del esfuerzo en compra de deuda pública (que hizo) la Reserva Federal (de EEUU) para casi el doble de ciudadanos y más Producto Interior Bruto, la especulación se acababa". El marco en el que lanzó este mensaje tampoco es baladí: la Fundación Ideas para el Progreso, vinculada al PSOE.
A fin de cuentas se trata de imitar las estrategias que ya han puesto en marcha tanto China como EEUU, es decir, inyectar capital en la propia economía para terminar con los ataques y favorecer la inversión y las exportaciones. "La Reserva Federal ha comprado en un mes más deuda pública que todo el esfuerzo que ha hecho el BCE en los dos años y pico de crisis", advirtió González. Para el sabio ex presidente, si el BCE no se involucra "en enero o febrero, Europa volverá a vivir la misma sensación de emergencia" que provocó el rescate de Grecia e Irlanda y advirtió de que si esa situación se traslada a un cuarto país, en alusión a España, "contaminará a toda Europa y no va a tener arreglo".
Otro máximo Esta propuesta se puso encima de la mesa el mismo día en el diferencial entre el bono español a diez años y el alemán, llegó a superar los 300 puntos (311) en una escalada que se prolonga ya más de una semana y que ayer amenazó con desbocarse. Aunque el riesgo país bajó finalmente a 290 puntos básicos El actual repunte se traduce en que el bono español se paga a una rentabilidad del 5,48%, la más alta desde 2002.