MADRID. La compañía resultante será la sexta aerolínea del mundo en términos de facturación, apuntó hoy el presidente de la aerolínea española, Antonio Vázquez, en su intervención en la junta. Los accionistas de British Airways aprobaron hoy también la fusión.

El visto bueno de los accionistas de Iberia ha sido el último requisito necesario para que la operación se lleve a cabo, tras las negociaciones que se iniciaron entre las dos empresas en 2008.

En abril del 2010, se anunció que la fusión era un hecho sellado y que tan sólo se debían ir cumpliendo unos plazos que tenían que culminar con las votaciones de los accionistas en las respectivas juntas de las dos compañías.

Se espera que el último día de cotización de las acciones de Iberia sea el 20 de enero de 2011, ejecutándose la fusión el día 21 de enero y comenzando a cotizar las acciones de la nueva "IAG" el 24 del mismo mes en las bolsas estatales y en la de Londres.

En cuanto al canje de fusión, cada accionista de Iberia recibirá 1,0205 acciones de IAG y cada accionista de BA una acción de la nueva sociedad "holding".

Tras la aprobación de los accionistas, Vázquez mostró su satisfacción por la operación de fusión, que dará lugar a uno de los principales grupos de la aviación mundial y con la que "siento que he cumplido con una de las metas que tenía cuando llegué a Iberia".

En un entorno en el que las compañías europeas han avanzado hacia un sector mucho más consolidado, Iberia debía culminar su objetivo de ser protagonista de un gran grupo aéreo, reforzando su posición competitiva y sus perspectivas de futuro, prosiguió.

Vázquez recordó que Iberia y BA mantendrán sus marcas separadas y y los derechos de tráfico y permisos de vuelo.

Reconoció, asimismo, que el camino seguido desde el inicio de las conversaciones con BA a mediados de 2008 ha sido largo y no exento de dificultades, pero sentenció: "creo que ha merecido la pena".

En su opinión, la operación tiene una sólida fundamentación estratégica y una clara justificación financiera, dada, de una parte, la complementariedad de las redes de Iberia y BA, lo que da como resultado una compañía más global, más diversificada y en una mejor situación para competir con otras grandes aerolíneas.

De la otra, el gran potencial de sinergias estimado permitirá convertir al nuevo grupo en una compañía más eficiente y capaz de afrontar el crecimiento futuro con mayores garantías de rentabilidad y sostenibilidad, agregó.

Quiso profundizar en el sentido estratégico de la fusión para la aerolínea española y explicó que una de las principales causas fundamentales de la escasa rentabilidad de las líneas aéreas reside en la fragmentación de la industria.

A nivel mundial, Iberia, que se sitúa en el puesto 22, pasará a integrarse en un grupo que ocupa el sexto puesto en facturación.

El volumen de sinergias que se obtendrá tras la fusión se ha fijado en 400 millones de euros a partir del quinto año. El coste total para la obtención de las sinergias se estima en 269 millones de euros.