Madrid. La caída de la banca española, con cuantiosos intereses en Portugal, que podría ser el siguiente país en ser rescatado tras Irlanda, afectó hoy a la bolsa española, que perdió el 2,68% y el nivel de 10.000 puntos, lo que no sucedía desde finales de agosto.

Mientras, el Gobierno español, respaldado por la Unión Europea (UE), insistió en que la situación de España no es comparable a la de Irlanda y en que el rescate solicitado por Dublín terminará por devolver la calma a los mercados.

A pesar de la avalancha de declaraciones en ese sentido, la evolución de la bolsa y del coste de la deuda muestra que los mercados desconfían de la capacidad del Ejecutivo irlandés para acometer los recortes necesarios y no descartan el contagio de la crisis a otros países, en concreto a Portugal.

A la caída del selectivo Ibex 35 del mercado español, arrastrado por la banca, se unía un nuevo encarecimiento de la deuda. El diferencial entre la deuda española y la alemana, considerada la más segura, llegó a rozar los 212 puntos básicos, aunque posteriorente se ha relajado.

En este contexto, varios miembros del Gobierno, con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero a la cabeza, insistieron en que España e Irlanda no son comparables y en que la petición de ayuda de Dublín tendrá un efecto balsámico en los mercados. Zapatero explicó a la Comisión Ejecutiva del PSOE que, a diferencia de Irlanda, España cuenta con un sistema financiero resistente y con un déficit público "perfectamente reconducible", según ha explicado el secretario de Organización, Marcelino Iglesias, al termino de la reunión.

En la misma línea, la titular de Economía, Elena Salgado, descartó que España vaya a necesitar un plan de rescate porque está cumpliendo su plan de ajuste "al pie de la letra" y su sistema financiero es mucho más sólido que el irlandés.

El PP se sumó al mensaje de calma, pero no perdió la ocasión de criticar al Gobierno. Su secretaria general, María Dolores de Cospedal, dijo que el rescate a Irlanda no tiene porqué afectar negativamente a la economía española, pero sí lo hace la falta de credibilidad del Ejecutivo.

Las declaraciones sobre la solvencia del sistema financiero español recibieron el respaldo de la Comisión Europea (CE). El portavoz de Asuntos Económicos y Monetarios, Amadeu Altafaj, calificó de "grave error" comparar la crisis bancaria de Irlanda con la situación de otros países como España cuyo sector financiero, ha dicho, goza de "solidez y resistencia".

El mensaje en Bruselas, dónde se reunía el Consejo de Ministros de la UE, era unánime: el rescate financiero a Irlanda calmará a los mercados y evitará el contagio a otros países. Bruselas no ve necesario que España adopte más medidas de ajuste para frenar el contagio de crisis irlandesa. También considera que el rescate de Irlanda, que se finalizará antes de que acabe el mes, calmará las tensiones que afectan a Madrid y Lisboa.