vitoria. El consejero de Economía del Gobierno Vasco, Carlos Aguirre, hizo ayer los coros al discurso oficial del Gobierno central en materia de pensiones al afirmar que si no se reforma el actual sistema público, éste "se colapsaría" en torno al ejercicio 2030, por lo que es necesario adoptar medidas que garanticen su sostenibilidad.

Carlos Aguirre, durante el pleno de control al Gobierno que celebró en el Parlamento Vasco, respondió a una pregunta de EB sobre el sistema de pensiones, en cuya reforma está trabajando la Comisión de Seguimiento del Pacto de Toledo del Congreso de los Diputados.

El parlamentario de EB, Mikel Arana, mostró su "preocupación" en torno a las medidas que se están barajando en este campo, dado que "la única que hemos oído por parte del Gobierno es la ampliación de la edad de jubilación y de los años de cotización" necesarios para percibir esta prestación.

El consejero de Economía y Hacienda alertó de que la mayor parte de los informes que barajan los expertos sitúan en el año 2030 la frontera a partir de la cual, y debido a factores como el envejecimiento de la población, el sistema de pensiones "se colapsaría" si no se introducen modificaciones en el mismo.

En esta línea, indicó que ya a partir del ejercicio 2023 "no habría Fondo de Reserva", de forma que el sistema empezaría a ser "deficitario" al no haber suficientes cotizantes.

El consejero Aguirre señaló que el modelo actual "no es capaz" de mantener para un pensionista el nivel de renta de una persona que está trabajando". El consejero explicó que existen dos opciones para trabajar en este campo. Una de ellas pasa por incrementar las cotizaciones, de forma progresiva, del 29 al 40 por ciento. No obstante, precisó que esto tendría "consecuencias negativas en la actividad económica y en el empleo".

La otra opción planteada por Aguirre pasa por actuar sobre la llamada "tasa de generosidad", es decir, la relación entre la pensión y el salario medio, de forma que esta pase, por ejemplo, del 64 al 45 por ciento.