Madrid. El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, dijo ayer que el sector de la construcción contará con cerca de 1,2 millones de personas ocupadas, "el tamaño que debería tener" tras el ajuste impulsado por el Gobierno.

Gómez aseguró que las reformas puestas en marcha por el Ejecutivo contribuirán a equilibrar el sector de la construcción, tras una época de 15 años de excesos, durante los cuales, dijo, España ha vivido "por encima de sus posibilidades".

En su opinión, estos excesos no son culpa de quienes "legítimamente han querido mejorar su situación comprando una vivienda", sino de los que "permitieron que la burbuja inmobiliaria adquiriera la dimensión y la locura que adquirió".

A su juicio, España "ha consumido demasiado y tiene que desendeudarse" y encaminarse hacia la salida de la crisis, que será más lenta que en ocasiones anteriores, pero "que no quepa duda" de que saldrá.

En cuanto al diálogo social, dijo que ahora toca reconstruirlo y "que se puede conseguir" y aseguró que no se puede obviar la huelga general del pasado 29 de septiembre.

Asimismo, criticó el "discurso de derechas e inconsistente" del PP que tachó de "despilfarros" los aumentos de los salarios mínimos, las pensiones y las ayudas a la dependencia del Gobierno, y ahora "critica que en crisis se pida moderación salarial", sin recordar lo que ellos hicieron cuando gobernaban.

En la actual situación de ajuste, Gómez defendió la política de moderación salarial, aunque hizo hincapié en que ésto no se puede pedir si se dispara el precio de la vivienda y del alquiler.

Respecto de la estrategia del Gobierno, dijo que éste no tiene que arrepentirse de su reforma laboral, porque "cuando pudimos repartir lo hicimos y cuando tenemos que pedir sacrificios, lo hacemos con claridad, sin ocultismos".

Se mostró en desacuerdo con el planteamiento de la oposición de que el país necesita adelgazar el Estado, ya que, a su juicio, "España no tiene un Estado fuerte y nunca lo tuvo". Según el ministro, en España hay, proporcionalmente, menos empleados públicos en sanidad y educación que en la mayoría de los países de la Unión Europea.

Sobre el desempleo juvenil, dijo que la tasa del 40% -que, aseguró, el Gobierno "sabe cómo resolver"- ya se vivió en los 80, aunque matizó que entonces los jóvenes se incorporaban antes al mercado de trabajo y estudiaban menos.