vitoria. La llamada de CCOO y UGT para secundar en Euskadi un huelga general contra la reforma laboral pinchó. Resultó de escasa incidencia y apenas tuvo el calado esperado, a pesar de que sus máximos responsables, Unai Sordo y Dámaso Casado, consideraron "positiva" la jornada a pesar de las circunstancias. Esa coyuntura, esas circunstancias a las que hicieron mención tras manifestarse juntos en Bilbao, no fue otra que la pérdida de músculo sindical, la división de fuerzas que existe en Euskadi tras el no de ELA y LAB -sindicatos mayoritarios- a secundar un paro general que "no defiende realmente los derechos de los trabajadores".
En este contexto de minoría, la segunda movilización general que vive Euskadi en apenas cuatro meses (la anterior tuvo lugar el 29 de junio) tampoco cumplió las expectativas. Los resultados de ayer fueron fríos, pobres y a veces hasta insignificantes en comparación con los que anunciaron por la tarde en Madrid las centrales en el resto de comunidades. Y Álava no fue una excepción. Vicente Bustos, responsable de UGT en la provincia, asumió con cierta resignación el "otro sentido" de la huelga en Euskadi tras la no presencia de las centrales abertzales, pero así y todo se mostró "satisfecho".
Objetivo, parar la industria A pesar de que Álava registró ayer los picos más altos de paro de las tres provincias, la jornada se desarrolló con normalidad y sin apenas incidentes. Sólo un detenido a primera hora y una cadena que hubo que retirar de la puerta de acceso a la estación de autobuses fueron las actuaciones más relevantes de la Ertzaintza, que ayer movilizó en Euskadi 1.300 patrullas, el triple de de las de un día normal.
Para una provincia tan industrial como la alavesa, con un peso del sector que ronda el 40%, uno de los objetivos básicos de las fuerzas convocantes fue parar la actividad en sus diferentes polígonos. Los piquetes informativos, apostados desde bien entrada la madrugada en los accesos a las grandes compañías, trataron de hacerlo, aunque sin éxito, según denunció Mari Cruz Vicente, reponsable de CCOO: "La Ertzaintza ha cumplido a la perfección su papel de no dejar trabajar a los piquetes informativos", criticó. Así y todo, otros dirigentes de Comisiones reconocieron que polígonos como el de Jundiz permanecieron "paralizado" a lo largo de toda la jornada.
A media mañana comenzaron a conocerse los primeros resultados y con ellos, la tradicional guerra de cifras entre Gobierno, patronal y sindicatos. Como ejemplo de esta tónica, el dato de seguimiento del sector industrial alavés. Mientras que UGT y CCOO hablaron de una respuesta "masiva" con un seguimiento del 40%, en el Gobierno señalaron, "como mucho", un 10% una vez sondeadas seis de las compañías más representativas del territorio que emplean a 15.000 trabajadores.
La patronal SEA, por su parte, dilapidó la valoración sindical respecto al impacto de la huelga en la industria y cifró en un insignificante 3,9% el seguimiento de ésta no sólo en este sector sino también en el resto. "Ha sido un rotundo fracaso", señaló a través de un comunicado. "Es prueba evidente del distanciamiento, cada vez mayor, entre la representación sindical y el colectivo de trabajadores que dicen representar", añadió la patronal.
Mercedes, sin proveedores A pesar de la escasa incidencia en el área industrial, la planta de Mercedes, uno de los motores del territorio, tuvo que parar su producción a primera hora de la tarde ante la falta de suministro por parte de su red de proveedores. La gran mayoría de sus casi 3.000 empleados, no obstante, no secundaron la huelga. Sólo un 7% lo hizo, como también ocurrió en Michelin, si bien los sindicatos señalaron en este caso que el seguimiento alcanzó el 35%. Comercio, servicios y sectores como el de la contrucción desarrollaron su actividad con normalidad.
En Euskadi, el 40% de paro Para Dámaso Casado, secretario general de UGT-Euskadi, el seguimiento de la huelga alcanzó el 40%, y fue superior incluso en transportes, con más de un 50% de incidencia, o la industria, con un "paro bastante generalizado y fundamentalmente donde tenemos representación la UGT". "Aquí en Euskadi somos una parte más, que sumada al conjunto de España, es un gran éxito de la huelga", señaló, subrayando que "el Gobierno tiene que rectificar y cambiar los recortes que ha hecho sociales y laborales. Esperemos que a partir de hoy (por ayer) ni el tema de pensiones ni el de negociación colectiva ni el de derechos sociales ni de prestaciones de desempleo haya ningún tipo de recortes".
En todo caso, Casado dejó claro que "nosotros seguiremos después de hoy movilizándonos si el Gobierno no cambia de actitud y nos vamos a seguir movilizando con el conjunto de España y el conjunto de Europa". En la misma línea se mostró su colega Unai Sordo, de CCOOO, quien aseguró que la huelga del 29-S "sin ningún tipo de interpretación va a ser un éxito apoteósico de las organizaciones sindicales". "A día de hoy, la masiva respuesta de los trabajadores deja claro que si alguien se va suicidar políticamente a partir de esta movilización serán aquellos que hagan oídos sordos a las demandas de los trabajadores de este país. La huelga es un éxito rotundo, está teniendo a nivel estatal un seguimiento masivo y tiene que hacer que cambien las políticas porque si no las políticas se van a llevar por delante gobiernos", insistió. La manifestación de Bilbao, al igual que las celebradas en San Sebastián y Vitoria, reunió ayer a numerosos participantes que con banderas, ikurriñas, silbatos y algún que otro petardo recorrieron el centro de la capital vizcaína entre numerosos gritos a favor de la huelga general y exigiendo la retirada de la reforma laboral.
"Normalidad", según Lakua El Gobierno Vasco, por su parte, calificó el transcurso de la jornada de ayer como normal, con escasa incidencia en Educación y Sanidad, y algo más en Industria. En el sector educativo, señaló la viceconsejera de Trabajo, Sonia Pérez, prácticamente no hubo incidencia (un 2% hicieron paro en la pública y un 1% en la privada), mientras que en Osakidetza la incidencia fue casi testimonial. Sólo 221 de los 17.358 trabajadores que ayer estaban llamados a trabajar en el turno de mañana secundaron la huelga. Es decir, el 1,27%. En Bizkaia, la incidencia en el campo sanitario llegó al 1,54%, mientras que en el área de Alava apenas superó el 1%. En Gipuzkoa no llegó a esta cifra (0,96%).
paro testimonial en osakidetza Respecto al impacto en el sector industrial vasco, Pérez señaló que el paro tuvo una incidencia de "menos del 10%" en la Industria del Metal, mientras que en las empresas privadas varió entre el 3% y el 60%, en función de la representación sindical de las plantillas. La vicenconsejera de Trabajo también ofreció los datos referidos al despliegue de la Ertzaintza para garantizar la normalidad en toda la CAV. Así, informó del refuerzo de las patrullas de seguridad al pasar de las 416 de un día normal a las 1.305 de ayer. También la Brigada Móvil desplegó 20 furgonetas.