VITORIA. Comisiones Obreras de Euskadi acusó ayer a ELA y LAB de "deslealtad" por el hecho de que estos dos sindicatos están llevando a cabo en los últimos días campañas de información en las empresas para que, según criticó la central convocante de la huelga general de mañana, los trabajadores no secunden la protesta organizada también por UGT.
Fuentes de CCOO denunciaron que ELA y LAB han repartido octavillas y han colocado carteles en los tablones informativos de compañías vascas con el fin de invitar a sus operarios a no seguir la huelga general convocada para protestar por la reforma laboral impulsada por el Gobierno central y que ya motivó la misma protesta el pasado 29 de junio, aunque llevada a cabo por los sindicatos nacionalistas en Euskadi y Navarra. En esta ocasión, la huelga está convocada en el conjunto del Estado y CCOO considera que ELA y LAB -que han decidido no secundarla- "están actuando con deslealtad ante el conjunto de trabajadores porque incitan a ir en contra de una protesta planteada para enfrentarse a una reforma laboral brutal que afecta a todos".
Las mismas fuentes recordaron que el pasado 29 de junio CCOO de Euskadi secundó la huelga convocada por ELA y LAB y dijeron no entender que estos sindicatos estén ahora "tratando de que los trabajadores no ejerzan su derecho".
De esta manera, cuando sólo resta un día para la segunda huelga general en Euskadi en el presente año, la división sindical quedó de nuevo patente en un entorno de crisis económica y ante una reforma laboral que afecta al conjunto de los trabajadores. Además, será la tercera huelga general convocada en la CAV en menos de año y medio teniendo en cuenta la impulsada, también por las centrales nacionalistas -ELA, LAB, ESK, STEE-Eilas, EHNE e Hiru- el 21 de mayo de 2009, a escasas fechas de la toma de posesión del nuevo lehendakari.
Precisamente la portavoz del gabinete de Patxi López, Idoia Mendia, afirmó ayer que el Ejecutivo autonómico pretende garantizar mañana el derecho a la huelga pero también el derecho al trabajo. Además, mostró su deseo de que la jornada de paro se desarrolle "con orden y paz social". En una entrevista concedida a ETB, Mendia destacó que, "lamentablemente", no se ha llegado a un acuerdo con los sindicatos para establecer servicios mínimos, por lo que el Gobierno Vasco ha tenido que hacerlo "vía decreto".
El Ejecutivo de Vitoria ha optado por una decisión salomónica al determinar unos servicios mínimos iguales a los establecidos el pasado 29 de junio. Entre las principales actividades vinculadas a la Administración vasca, los centros educativos permanecerán abiertos, los hospitales trabajarán como un festivo y se garantizará el 30% del transporte público.
posible seguimiento La respuesta de los trabajadores vascos a la huelga de mañana no será previsiblemente tan amplia como la registrada el pasado 29 de junio en la huelga convocada por ELA y LAB. Teniendo en cuenta que estas dos centrales cuentan con la mayoría sindical en Euskadi y una gran representación en las empresas industriales, cabe pensar que el seguimiento a este nuevo paro general será limitado en ese sector (en Gipuzkoa, por ejemplo, sólo la planta de Arcelor-Mittal en Zumarraga ha anunciado que secundará la huelga) y posiblemente se dejará notar más en actividades como la educación y el funcionariado, donde CCOO y UGT poseen una mayor presencia.
En el resto del Estado CCOO y UGT confían en que se paralice la actividad del país durante la protesta, circunstancia que ayer el presidente de la patronal CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, reconoció temer "si el Gobierno no actúa como debe garantizando el derecho a no secundar la huelga". Según lamentó, para los empresarios los servicios mínimos establecidos son "insuficientes para garantizar el derecho al trabajo, porque se ha permitido que únicamente funcione el 10% del transporte".