Zaragoza. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, garantizó ayer que tras la huelga general del próximo miércoles mantendrá el diálogo y la concertación con los sindicatos para lograr reducir el desempleo y apeló a su responsabilidad para que planteen propuestas con ese objetivo.

Zapatero aludió a la huelga general, por la que volvió a expresar su profundo respeto, en su intervención en un acto organizado por el PSOE en Zaragoza en apoyo de la candidata del partido a la presidencia de Aragón, Eva Almunia.

El jefe del Ejecutivo defendió la reforma laboral y, pese a las críticas recibidas por parte de los sindicatos, aseguró que mantendrá el objetivo del diálogo social más allá de la huelga general porque hay muchos cambios que hacer en el ámbito laboral, social y en el sistema de pensiones que aconsejan la máxima capacidad de concertación.

"Como presidente del Gobierno, os puedo asegurar que volcaré todos mis esfuerzos para tener ese diálogo con los sindicatos y con la patronal", recalcó el líder socialista.

Pero al mismo tiempo, llamó a la responsabilidad para salir de la crisis y para crear expectativas de empleo y, por ello, pidió que se planteen iniciativas, porque dijo que respeta "la crítica y la descalificación", pero "parece razonable que se presenten propuestas". "Eso es lo que el Gobierno quiere compartir, y está dispuesto a hacer el máximo esfuerzo de diálogo", insistió.

Zapatero reiteró su respeto a la decisión de las centrales sindicales de convocar una huelga general y aseguró que nunca saldrá de las filas socialistas alguien que pretenda restringir derechos de los representantes de los trabajadores, en alusión a la propuesta de la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, de reducir el número de liberados sindicales.

"Tienen derecho a la huelga, ¡sólo faltaría!, pero el Gobierno debe intentar cambiar las cosas para generar más empleo", reiteró.

El jefe del Ejecutivo desgranó las principales decisiones adoptadas durante sus mandato en materia de política social y, así, recordó que el gasto social ha crecido en España un 40% y citó iniciativas como la mejora de las pensiones, del salario mínimo y de las becas, las ayudas para el alquiler y la puesta en marcha de la ley de Dependencia.

"Esos son avances sociales", recalcó antes de poner también como ejemplo de su política que el 80% de los desempleados estén recibiendo una prestación y de asegurar que el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para el próximo año sigue teniendo como una de sus prioridades esas políticas y nadie puede discutir la existencia de esa especial preocupación.

Previamente, el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, expresó igualmente su respeto por la convocatoria de la huelga, pero defendió la política de ajustes y la reforma laboral impulsadas por el Ejecutivo de Zapatero.

"caña" a rajoy En este mismo acto, Zapatero, además, reprochó al líder del PP, Mariano Rajoy, que pretenda llegar a las elecciones generales "sin mojarse en nada" y le emplazó en concreto a que dé su opinión sobre la reforma de las pensiones y la subida del IRPF a las rentas más altas. Zapatero lamentó la que considera ausencia de responsabilidad del PP y de su líder para ayudar al Gobierno a que España salga de la crisis.

Zapatero había llegado a la mitad de su alocución sin hacer referencia alguna a Rajoy, pero ante el grito de uno de los asistentes al acto de que diera "caña" al presidente del PP, dijo que se había "olvidado completamente de él" y recordó que hace unos días le dijo que su proyecto económico equivalía a un folio en blanco. Para Zapatero, los dirigentes del PP hablan sin oír y sin leer, y su única obsesión es dañar políticamente al Gobierno.