Vitoria. ¿Ha salido la economía vasca de la crisis? Los empresarios, que viven a pie de fábrica los estragos de la caída de las carteras de pedidos, consideran que la CAV apenas está cruzando el umbral que separa la recesión del crecimiento y que todavía habrá que transitar por un largo y sombrío pasillo antes de dejar atrás el actual escenario. El Gobierno Vasco, en cambio, se agarra a la estadística para certificar el fin de la depresión.

Oficialmente, el consejero de Economía, Carlos Aguirre, tiene argumentos para defender el cambio de ritmo. La economía ha encadenado varios trimestres de crecimiento y en el segundo del año creció en términos interanuales un 0,5% por primera vez en año y medio. La situación se ve de otra manera desde las empresas y, sobre todo, desde el colectivo de parados, casi 130.000 tras duplicarse durante la crisis.

De hecho, a pesar de que el crecimiento del PIB registrado en la CAV entre abril y junio ha sido celebrado como un hito desde Lakua, lo cierto es que no responde ni siquiera a las expectativas del propio Ejecutivo vasco, que había pronosticado un repunte del 0,8%, tres décimas más de lo acontecido.

Las previsiones para el conjunto del año no son muy optimistas. El PIB vasco cerrará el año con unas décimas de crecimiento, medio punto según el Gabinete López. Otros analistas rebajan ese nivel, siempre en zona positiva, pero le restan importancia. Crecer unas décimas sólo implica que se corrige la tendencia. La economía frena su desplome y empieza a escalar desde el fondo del pozo. De momento, sólo ha crecido unas décimas respecto al segundo trimestre de 2009, cuando la economía vasca cayó un 3,7%, y previsiblemente hará lo mismo en el trimestre actual. Siempre teniendo en perspectiva que fueron los peores meses de la crisis, ya que en julio y septiembre del año pasado el PIB bajó un 4,1%.

IVA y consumo Todo apunta a que cuando el Gobierno Vasco desarrolle la estadística de PIB del trimestre pasado se revelará un repunte del consumo privado, el primero registrado desde finales de 2008. Pero su evolución estará muy condicionada por la subida del IVA el pasado mes de julio.

Muchas familias aprovecharon el periodo anterior al repunte para realizar grandes compras, como automóviles e incluso vivienda, aunque en menor medida porque sólo la de nueva construcción está gravada con IVA. En otros segmentos comerciales menores -televisiones, otros aparatos electrónicos y viajes, en plena temporada previa a las vacaciones- también se registró un relanzamiento de las ventas. Ahora existen serias dudas sobre si la dinámica se mantendrá o, por el contrario, se frenará en seco.

Los expertos consideran que habrá que esperar a noviembre para valorar la tendencia, porque el ciclo actual también estará ligeramente distorsionado por las rebajas y los gastos ocasionados en general por las vacaciones.

El Gobierno Zapatero subió el IVA en dos puntos -del 16 al 18%- con un claro objetivo recaudatorio y con la esperanza de que no lastrara el consumo, pero con unas tasas de ahorro familiar en máximos históricos debido a que los hogares no consumen por miedo a la crisis, psicológicamente el nuevo IVA puede convertirse en todo un muro.

Mientras las carteras de pedidos industriales -uno de los termómetros de la economía- continúan creciendo y las exportaciones se han relanzado durante el ejercicio actual. Ahí está la clave de la recuperación. La locomotora alemana avanza a gran velocidad hacia la salida de la crisis y quien sea capaz de engancharse reforzará a su vez su ritmo de crecimiento.

Las empresas más competitivas y con productos de alto contenido tecnológico son las que mejor pueden aprovechar la oportunidad del despertar de Alemania. Se trata de una de las luces de un escenario con muchas sombras, pero no está al alcance de todas las compañías.

Algunos expertos destacan que España desperdició los años de bonanza económica para reorientar su tejido productivo hacia una economía más competitiva, con menos peso de la construcción, y más cercana a las necesidades de importación de las gigantes europeos. Tampoco se ha producido un cambio de registro durante la crisis y los lazos entre la CAV y el Estado, destino de la mayoría de las exportaciones vascas y uno de los pocos estados que no registra ya crecimiento positivo, están siendo un lastre .

En ese escenario, contrastan las cautelas de los gobierno europeos, que han advertido de la posibilidad de que la recuperación se desacelere e incluso se den pasos atrás, con las declaraciones realizadas la semana pasada por Carlos Aguirre certificando la salida de la crisis de la CAV. Mientras Alemania crece al 3,7% y la eurozona al 1,9%, Euskadi apenas despierta con cinco décimas. La comparación de los niveles de paro resulta aún más clarificadora. La CAV ha duplicado su tasa de paro durante la crisis pasando del paro técnico al 10% y no hay expectativas de mejora a corto. Alemania ya empieza a crear empleo.