roma. El vicepresidente de la Comisión Europea (CE) y comisario de la Competencia, Joaquín Almunia, aseguró ayer que "no estamos en el centro de la crisis" sino que "hemos superado y dejado atrás mucho de ella". Almunia hizo estas declaraciones a la prensa al margen de su participación en el Foro Ambrosetti, la tradicional reunión anual sobre asuntos económicos y de política internacional que se celebra estos días en Cernobbio, junto al lago de Como, en el norte de Italia. El vicepresidente de la CE señaló que "los test de estrés bancario muestran que los bancos de la UE han superado lo peor y están en el buen camino". "Pese a las críticas, los considero un éxito de transparencia, incluso bajo las difíciles circunstancias en que se han producido", agregó Almunia, quien precisó que estos test no fueron conducidos por la CE.
no tropezar en la misma piedra Almunia subrayó, además, que ahora se cuenta con "los instrumentos adecuados (de supervisión) y en adelante se trata de usarlos para preparar a las instituciones financieras, a fin de que cuanto antes puedan abrirse de nuevo al mercado de créditos y vuelvan a proporcionar liquidez a la otra parte de la economía no financiera". Declaró que su preocupación ahora es "mantener la libre competencia en el mercado bancario y que no se creen barreras nacionales", mientras hizo hincapié en que todavía "falta estabilizar el mercado interbancario y los préstamos entre instituciones". "Hace falta más capital, pero debe lograrse desde los mercados no de los estados. Los contribuyentes ya han hecho suficiente esfuerzo en esta crisis", sentenció. A este respecto, Almunia añadió que allí donde sean necesarias otras medidas, "hay esquemas particulares a considerar para cada situación" y puso como ejemplo el caso irlandés.
problemas con los créditos Además, Joaquín Almunia admitió que existen problemas en la devolución de créditos. "Por supuesto que hay problemas en bancos de Alemania, España, Grecia o Irlanda, pero tenemos los esquemas necesarios, estamos siguiendo la recapitalización, el uso de ayudas y la reestructuración, en un trabajo en equipo entre la Comisión, el BCE y otras instituciones comunes", concluyó.