vitoria. Todos las estadísticas apuntan a la misma dirección: la recuperación de la economía española será lenta, frágil y plagada de peligros que pueden incluso suponer un paso hacia atrás. El INE hizo públicos ayer tres datos referidos a junio que incidieron en esa idea. La actividad del sector servicios mejoró un 7,1% en el Estado, un 10,4% en la Comunidad Vasca, pero el crecimiento estuvo muy vinculado a la venta de coches, que en junio creció un 25,1% en un contexto marcado por el fin de las ayudas públicas y la subida del IVA.
Tanto julio como la primera quincena de agosto han sido periodos de desplome de las matriculaciones, lo que indica que el índice de facturación del sector perderá previsiblemente el notable impulso de junio. El dinamismo del automóvil se inició en noviembre del año pasado, pero está distorsionado por el hecho de estar comparado con periodos de desplomes superiores al treinta y al cuarenta por ciento. Es relativamente sencillo crecer desde cero, sobre todo con ayudas públicas, lo complicado es mantenerse sin incentivos de la administración.
El resto de ramas de actividad de los servicios se movió en junio por los mismos parámetros de los últimos meses, la fase del inicio de la recuperación. Mejora el comercio en general, principalmente los productos de primera necesidad como los alimenticios o los combustibles (+19,3%), necesarios tanto para los ciudadanos como para las empresas.
También sigue desperezándose el transporte marítimo (un 17,3% al alza) y el almacenamiento de mercancías (12%). Entre las actividades que por fin arrancan está las relacionadas con la arquitectura y la ingeniería, que abandonan con ritmo los números rojos tras rozar el 2% de crecimiento en junio desde el -10,1% que registraron en mayo. Es posible que el sector de la construcción esté cambiando el paso, pero su evolución en el futuro estará condicionada por el recorte en obra pública anunciado por el Gobierno Zapatero, otro de los riesgos que afrontará la economía española en la salida de la crisis.
El INE no ofrece los datos de actividad por comunidades. La CAV, en cualquier caso, continúa creciendo más rápido en el conjunto del sector servicios, tras encadenar cuatro meses en positivo a un ritmo medio del 7,4% frente al 4,8% del Estado. El cambio de ciclo, en cualquier caso, no es suficiente para crear empleo. En el estado, el sector terciario apenas ha conseguido corregir la caída del empleo (-1,1%), mientras que la Comunidad Vasca lleva dos meses con un crecimiento testimonial del 0,1%.
sector industrial Las otras dos estadísticas avanzadas ayer por el INE están relacionadas con la industria: facturación y cartera de pedidos. El gráfico de la primera refleja la complejidad del escenario económico conformado por la crisis. El volumen de negocio industrial salió de zona negativa en enero (0,5%) de este año después de diecisiete meses consecutivos de caídas. En febrero creció un 7%; un espléndido 12,2%, en marzo; la mitad, en abril; casi un 10%, en mayo y en junio retrocedió de nuevo hasta un crecimiento del 9%. Los dientes de sierra evocan periodos anteriores de incertidumbre añadiendo nuevas incógnitas.
Alguna relacionada de nuevo con el sector de la automoción, que repuntó en junio un 12%, pero cuya cartera de pedidos creció sólo un 10% en junio después de repuntar casi un 23% en mayo. Otras dudas están relacionadas con la evolución global de las empresas puesto que los epígrafes referidos a los bienes que utilizan en su fabricación -maquinaria y materiales intermedios- continúan con crecimientos débiles a excepción de la metalurgia (33%).
En cuanto a las carteras de pedidos de la industria se refiere, en junio crecieron un 10,7%, casi dos puntos menos que el dato registrado en mayo.