madrid. El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, dijo ayer que su formación está dispuesta a "negociar y hablar" de la reforma laboral promovida por el Gobierno del PSOE, ya que el PP tiene ahora "una gran responsabilidad" ante un Ejecutivo que no actúa con un plan, sino en base a la improvisación.
Durante su intervención en un acto de su partido en Melilla, el número uno de los populares argumentó que su formación está dispuesto a tender la mano del diálogo, pero censuró que, en dos años de negociaciones, Zapatero sólo se ha sentado a hablar con el PP "una hora y media", tiempo en el que se presentaron una serie de cuestiones que luego nada han tenido que ver con la realidad.
Fuentes de la dirección nacional precisaron que aún no está confirmado cuál será el sentido del voto del grupo, ya que asegurarón que tienen que estudiar con detalle la propuesta aprobada en el Consejo de Ministros. Sin embargo, el diputado del PP Ramón Aguirre dio ayer casi por seguro que su partido se va a abstener por entender que supone "un avance". "Yo creo que nos vamos a abstener, en principio", puntualizó.
Aguirre argumentó que su partido no va a "obstaculizar" que se produzca el debate en la Cámara Baja sobre la reforma porque podrán "introducir mejoras" ya que en el texto aprobado por el Gobierno "echan en falta" algunas cuestiones. Una tesis similar a la que utilizó CiU el pasado jueves para justificar su presumible abstención el martes.