Vitoria. No hubo apenas resistencia y la factoría de Mercedes aplicará finalmente su tercer ERE en Vitoria. Tendrá las mismas condiciones que el segundo y entrará en vigor el próximo 1 de julio. El acuerdo para aplicarlo, lejos de la histórica unión que siempre ha caracterizado al comité, es fruto esta vez de la división sindical. La mayoría de centrales en Mercedes -ELA, LAB, ESK, CCOO, Ekintza y USO-, rechazó el pasado 4 de junio la propuesta de la compañía al considerarla "lesiva" para los trabajadores. Entonces, y ahora, consideraban que la situación económica de Mercedes "permite un ERE en mejores condiciones". Sólo UGT, mayoría en el comité, estampó su firma en el expediente "a las primeras de cambio, regalándolo y quebrando toda posibilidad de negociar y presionar a la empresa", denunció ayer en una nota CCOO.

Este movimiento, según la misma central, dio pie a Mercedes para comunicar que de no contar el expediente con un respaldo sindical mayoritario, retiraría su compromiso de complementar los días de suspensión y de excluir a los mayores de 53 años. Por este motivo, tanto CCOO como Ekintza y USO anunciaron ayer su respaldo al tercer expediente por "responsabilidad" y para evitar una aplicación traumática para los trabajadores. "Tras el cheque en blanco dado por la UGT a la dirección, y dado que ELA y LAB eluden toda responsablidad y parece que los problemas de Mercedes no van con ellos, apoyamos estas condiciones en contra de nuestra voluntad", insistieron desde Comisiones.

"Flexibilidad encubierta" A juicio de esta central, el ERE proporcionará a lo largo del próximo año a la empresa hasta 53 días de "flexibilidad encubierta" en caso de desajustes en el montaje de los nuevos modelos y pérdidas de material. Algo que, denunció CCOO, obligará a recuperar, "sin coste alguno para la empresa", todas las jornadas perdidas en movilizaciones, paradas por nevadas y otras eventualidades que puedan suceder. Mientras tanto, a partir de septiembre la compañía comenzará los trabajos correspondientes a la renovación parcial de los modelos Vito y Viano, una operación que conlleva la modificación de más de 3.500 piezas de los vehículos.