MADRID. Estar en una mala situación económica podría bastar para que una empresa, si así lo solicita, pudiera despedir a su plantilla pagando al trabajador el mínimo que se contempla en la actualidad para despidos procedentes, es decir, 20 días por año trabajado. Así al menos se con templa en el borrador de la propuesta de reforma laboral que maneja el Gobierno y que ayer fue filtrado a través de RNE.

Esta medida, llevada a la práctica, significaría abrir una vía directa para abaratar el despido de trabajadores que actualmente están fijos (les corresponderían 45 días por año trabajado) para que las empresas que prescindan de sus servicios se ahorren más del 50% del coste estipulado hasta ahora por Ley.

Según adelantaba ayer RNE, para que un despido sea procedente, al empresario le bastará con alegar una mala situación económica para prescindir de trabajadores de manera justificada.

Asimismo, el borrador incluye la propuesta de ampliar el uso del contrato de fomento de empleo, que tiene un coste por despido de 33 días, algo que el Ejecutivo ya había adelantado en su propuesta del 12 de abril. Ambas medidas tratarían de reducir el paro y la temporalidad a la vez que se intentaría "acabar con la duplicidad del sistema laboral español". Este concepto implica, básicamente, rebajar la protección de la que disfrutan los trabajadores con contrato indefinido para aumentar, rebajando los costes para las empresas, los contratos temporales y de formación.

El documento, difundido ayer por la radio pública, contiene también otras medidas ya conocidas, como la posible implantación del modelo alemán de reducción de jornada (cambiar despidos por reducción de jornada), el modelo austríaco (las empresas aportan dinero a un fondo que serviría para pagar parcialmente las compensaciones), la penalización de la temporalidad en la contratación, o la ampliación de funciones de las ETT.