VITORIA. La dirección de Saunier Duval en Vitoria ratificó ayer ante el comité de empresa la decisión anunciada días atrás de despedir a 80 de sus 118 trabajadores de la planta de Júndiz a finales de este año y advirtió a los representantes de la plantilla que esta medida no es objeto de discusión. La compañía enmarcó su decisión en una estrategia global del grupo, cuya sede mundial se encuentra en Alemania, y adelantó que "de momento" no es intención de Saunier la presentación de un ERE. Asimismo, los representantes de la compañía emplazaron a los trabajadores a una nueva reunión el próximo 5 de mayo en la que, previsiblemente, se presentará a la plantilla un plan social que aborde posibles recolocaciones e indemnizaciones.

En este sentido, el sindicato nacionalista ELA mostró ayer su "rechazo frontal" a las intenciones de la empresa y exigió un plan que " normalice la situación de la compañía y sus trabajadores", aseguró ayer un portavoz. A la salida de la reunión mantenida ayer con la dirección, ELA advirtió de que "estamos ante un conflicto largo, duro y complejo", aunque se mostró convencido de que el "objetivo marcado de mantener el empleo para la planta de Vitoria", lo lograrán con el apoyo y la "lucha diaria" de la plantilla.

Posible cierre de kemen Por otra parte, la dirección de la empresa Kemen, dedicada a la fabricación de muebles de oficina, advirtió ayer que el mantenimiento de sus 129 puestos de trabajo en su sede del polígono de Betoño es "prácticamente insostenible". La multinacional norteamericana a la que pertenece, Haworth, ha decidido no apoyar financieramente a Kemen, lo que conllevaría, según la empresa, una situación de quiebra financiera. No es la primera vez que esta firma alavesa tiene problemas laborales. Ya en 2007 sufrió un reajuste de plantilla con más de 40 despidos.