ATENAS. Las autoridades financieras confían en que esas letras, que se espera sean adquiridas principalmente por bancos griegos, sean colocadas a un tipo de interés anual del 4 por ciento.

La semana pasada Grecia logró 1.564 millones de euros por títulos de seis meses y de un año con un tipo de interés de 4,55 y 4,85 por ciento, respectivamente.

La nueva emisión de letras, a tres meses, se pone en marcha un día después de que la prima de riesgo de los bonos griegos a 10 años respecto al referente alemán cerrará entorno a los 450 puntos básicos, en una jornada en la que alcanzó un pico de 480, hasta un tipo de interés de casi 7,70 por ciento.

Este diferencial significa que Grecia debe pagar por su financiación en los mercados internacionales un interés muy superior al que paga Alemania, cuya deuda pública funciona como referente.

Por otro lado, la bolsa de valores de Atenas cerró ayer con una caída del 2,56 por ciento debido al nerviosismo que despertó en los mercados el retraso de la llegada de los expertos internacionales para iniciar conversaciones sobre el mecanismo de rescate diseñado por la Eurozona.

Una delegación del Fondo Monetario Internacional (FMI) consiguió llegar ayer a Atenas y se está a la espera de los equipos de expertos de la Comisión Europea (CE) y del Banco Central Europeo (BCE), si la nube de cenizas lanzada por un volcán islandés les permite volar el miércoes.

El Gobierno griego convocó la semana pasada a estas delegaciones para discutir los aspectos técnicos y las condiciones para acceder a la ayuda de 30.000 millones de euros puesta a disposición por los países de la Eurozona, y a los 15.000 millones que podría aportar el FMI.

Pese al apoyo expresado a Grecia por los socios de la moneda única, los mercados siguen desconfiando de la capacidad de este país para pagar su deuda.

El primer ministro griego, Yorgos Papandréu, declaró ayer que Grecia "atraviesa uno de los periodos más críticos de los últimos 35 años" y culpó al anterior Gobierno conservador de la situación actual en que "el país y su economía están bajo observación y bajo el control del FMI, del BCE y de la UE".

Papandréu añadió que "sin el mecanismo de ayuda aprobado el 25 de marzo, estaríamos ya bajo el FMI y sin red de protección europea".

Afirmó que "si el interés del país dicta que hagamos uso de ese mecanismo, lo haremos sin titubear".