MADRID. El Ministerio de Trabajo propone en su nuevo documento de reforma laboral que no se penalicen los contratos temporales y que se estudie la implantación del modelo austríaco, por el que las empresas crean un fondo de indemnización por despido para los trabajadores que pueden llevarse a su nuevo puesto.
El Ministerio de Trabajo convocó esta tarde a las patronales CEOE y CEPYME y a los sindicatos CCOO y UGT en la mesa de seguimiento del Diálogo Social para entregarles un nuevo documento con su propuesta de reforma laboral.
En el documento se destaca sobre el modelo austríaco que es una fórmula que podría incrementar la estabilidad en el empleo y una movilidad laboral "más sana".
Sin embargo, el Ejecutivo no especifica cómo se habría de implantar en el mercado español.
Sin embargo, considera que es necesario avanzar en vías de este tipo que podrían ser de "especial utilidad" para resolver el problema estructural "más grave" de nuestro mercado de trabajo: la dualidad entre trabajadores fijos y temporales.
Se mantiene al respecto que se generalice el fomento del contrato de fomento estable creado en 1997.
En este sentido, para los nuevos contratos de fomento de la contratación indefinida el Gobierno propone que se valore la posibilidad de aplicar, con carácter transitorio y excepcional, la "exención" de una parte de los costes extintivos de los despidos colectivos y objetivos, "sin afectar a los derechos de los trabajadores".
Para el Ejecutivo, supondría profundizar en la mayor claridad de las causas de los despidos económicos y en cómo deberían regularse ciertas prácticas que han "desnaturalizado" los procedimientos de finalización de contratos.
En cuanto a la parcial, el Gobierno se inclina porque se elimine la posibilidad de realizar horas complementarias y sigue apostando por dos modalidades: una con horario cierto y fijo de trabajo, sin posibilidad de alterarlo, y otra en la que el empresario podría cambiarlo con un preaviso mínimo a determinar y en el que se podrían acordar horas extras.
Las bonificaciones a la contratación quedarían limitadas a los de horario cierto y fijo celebrados con carácter indefinido.
Se mantendrían también para los de duración determinada actualmente bonificados (discapacitados, víctimas de violencia de género y personas en exclusión social).
Para favorecer a los jóvenes, el Gobierno quiere centralizar las bonificaciones en los de 16 a 30 años con especiales problemas de empleo.
Además, plantea en materia de contratos de formación que la edad máxima de sus beneficiarios se eleve de 21 a 24 años, que tengan una exención total de las cotizaciones de empresarios y trabajadores durante toda su vigencia siempre que no sean de sustitución de plantilla, que tengan reconocida la prestación por desempleo y que el salario sea el equivalente al mínimo interprofesional en el segundo año de vigencia.
Para los de 16 a 24 años que carezcan de formación el Ejecutivo defiende un programa extraordinario de empleo.
La mejora de los servicios públicos de empleo, corregir las restricciones que tienen las empresas de trabajo temporal son otras de las medidas que contempla el nuevo documento de Trabajo.