vitoria. ¿Si no hubieran existido sociedades de garantía recíproca (SGR) como Elkargi en Euskadi, la situación de las empresas vascas habría sido muy diferente?

Creo que hemos sabido estar en el momento oportuno de la situación económica haciendo los planteamientos que había que realizar para articular esta línea. Ahora, creo que la Administración habría adoptado, si no a través de las SGR, otras formulaciones más o menos semejantes para la financiación del circulante con el fin de responder a las necesidades que tienen las empresas. Lo que pasa es que se ha encontrado con una realidad de funcionamiento y con 30 años de historia exitosa.

Las entidades financieras también han contado con una garantía muy importante como es la de Elkargi?

Con todas las complejidades y desajustes de organización que han podido existir en un comienzo, nosotros hemos estado ahí y ha habido un resultado muy positivo. Ahí están las empresas y los millones de euros que se han formalizado. Si no hubiera habido esta fórmula, se podían haber buscado otras porque había que responder a la situación. La fórmula que se ha establecido en Euskadi ha sido un verdadero acierto. De hecho, se nos han acercado otras SGR para trasladar propuestas similares a la Administración de sus regiones. Nosotros hemos hecho un modelo que puede solventar dos aspectos: liquidez y aversión al riesgo. No somos una sociedad pública, sino privada y sujeta a la disciplina e intervención de las entidades de crédito del Banco de España, pero sí podemos hacer un esfuerzo espectacular. De hecho, nuestra plantilla y la organización han estado trabajando de manera extraordinaria para responder a esta situación. No habría sido posible hacer esto sin la respuesta absolutamente ejemplar y profesional de toda la estructura organizativa.

Va a significar un impulso de las SGR, ¿no?

Si, evidentemente. Se ha demostrado que la SGR es un intermediario financiero de las empresas ante el sistema crediticio que, si se hace con profesionalidad, se hace bien, algo que de otra forma es imposible porque al Banco de España lo tienes con la espada de Damocles. Es un instrumento juntamente con otros que facilita el acceso adecuado a la financiación en condiciones adecuadas a las pymes, que son las que mayores dificultades pueden tener.

El hecho de que Elkargi esté presente en Euskadi, Navarra, Rioja y Aragón, ¿puede provocar una situación compleja por las diferentes realidades económicas que abarca?

La dificultad en otros territorios es que el sistema de garantías no es tan conocido como aquí. En La Rioja, donde estamos desde hace años, hay un desconocimiento bastante mayor. Nosotros tomamos la decisión de salir de la CAV y ampliar nuestra presencia territorial a todo el Estado, aunque por razones estratégicas estamos en La Rioja, Navarra y Aragón. Una entidad económica y financiera no entiende de divisiones administrativas sino de masas críticas económicas y financieras y a eso responde el que tuviéramos un ingreso marginal en los demás territorios que compensase el riesgo.