washington. El Fondo Monetario Internacional (FMI) destacó ayer la solidez de las instituciones y la credibilidad de la política de España y Portugal, que hacen que su situación económica sea diferente que la de Grecia. "Respecto a Portugal y España, vemos diferencias en sus circunstancias respecto a las de otras partes de la zona euro", dijo ayer en una rueda de prensa David Hawley, un portavoz del FMI, en respuesta a la posibilidad de contagio de los problemas de Grecia a esos dos países. Hasta ahora, el FMI había mantenido silencio sobre el asunto, pero ayer hizo una declaración que da peso a los argumentos del Gobierno español.

Hawley dijo que tanto España como Portugal cuentan con unas estadísticas económicas y unas instituciones "robustas", tienen buenos historiales de política económica y credibilidad, y sus situaciones fiscales de partida eran fuertes.

En comparación, Grecia sufría un problema presupuestario incluso antes de que llegara la crisis. Los inversores han puesto en duda la capacidad de Grecia de hacer frente a la deuda, lo que ha hecho elevar los intereses de sus bonos soberanos. Al mismo tiempo, ha hecho a los inversores mirar dos veces a los países de la zona cuya situación económica es más débil, en particular España y Portugal, cuya deuda también se ha encarecido.

países del este Por otra parte, y según un estudio divulgado ayer, la deuda pública de seis países de Europa del Este es similar a la de Grecia, a pesar de que esa zona cuenta con nueve veces más población.

La deuda estatal de Hungría, República Checa, Polonia, Eslovaquia, Rumanía y Croacia, que en conjunto tienen alrededor de 90 millones de habitantes, asciende a 347.000 millones de euros, mientras que Grecia, con una población de 11 millones de personas, arrastra unos 300.000 millones de deuda, de acuerdo con el informe del Erste Bank, la segunda entidad financiera de Austria.

Según el análisis firmado por Juraj Kotian, los citados países no tendrán problemas para afrontar la refinanciación de su deuda pública porque comparativamente es menor a la de los Estados occidentales del continente.

Otra ventaja de estos países es que sólo una pequeña parte de la deuda pública está en manos de inversores extranjeros, lo que reduce la volatilidad, indica el documento.

Así, Hungría, que es el Estado más endeudado de la región con los números rojos ascendiendo hasta el 80% del PIB, sólo tiene depositada una cuarta parte de su deuda en manos de inversores extranjeros.

Comparativamente, los inversores foráneos controlan el 86% de la deuda pública griega, lo que hace al país más vulnerable ante "ventas rápidas" por la situación del mercado.