vitoria. La escalada del petróleo y su incidencia en el transporte pasaron desapercibidos en el IPC del mes pasado por culpa de las rebajas. En enero, los precios bajaron un 1,2 en la CAV y un 1,4 en Navarra, pero las tasas interanuales de cada comunidad se mantuvieron en positivo (0,9 y 0,5 respectivamente).
La tendencia fue similar en el conjunto del Estado, que registró en enero su tercer dato positivo (+1%) consecutivo. Los precios siguen mejorando y han dejado definitivamente atrás los ocho meses en número rojos que alimentaron la amenaza de deflación.
En cualquier caso hay serias incertidumbres. La Fundación de Cajas de Ahorros, Funcas, recortó sus previsiones de inflación para el conjunto del año nada más conocerse el dato. Hace un mes confiaba en cerrar ejercicio con un 2%, ayer pronostico un 1,5. Funcas advirtió de que el IPC continúa en positivo "exclusivamente" por el efecto escalón del petróleo. Hace doce meses el precio del crudo estaba en plena caída en barrena, mientras que ahora sube su cotización cada día.
Al comparar este enero con el anterior hay diferencias notables, en este caso de signo positivo, pero sólo en ese grupo de consumo y en el del transporte.
inflación subyacente Alimentación, vestido y calzado han vuelto a entrar en la espiral de descensos. Esa percepción se refuerza al analiza la referencia de la inflación subyacente, la que excluye los aspectos más volátiles del índice -alimentación y energía, incluido el petróleo-, que se estancó en enero en el 0,1%, dos décimas menos que en diciembre. El grupo que registró en Euskadi el mes pasado la mayor caída fue precisamente el de la moda, la estrella de las rebajas, con retrocesos superiores al 14%. La alimentación se mostró plana (-0,1%), aunque sus precios han caído casi dos puntos en la CAV los últimos doce meses. En Navarra se ha superado ya ese umbral.
Tras conocer estos datos, el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, dijo que confirman la corrección al alza de meses anteriores y auguró tasas interanuales "moderadas" en los próximos meses por el contexto económico.
Desde la CEOE su presidente, Gerardo Díaz Ferrán, auguró que la tasa de inflación se sitúe al cierre del año en el entorno del 2%, aunque dependerá mucho de la evolución del precio de los carburantes. También lo hará del aumento del IVA que se aplicará a partir de julio, que puede frenar todavía más el consumo y erosionar los precios.
Las Cámaras de Comercio avisaron de que el diferencial entre la inflación española y la europea ya ha desaparecido, lo que exige que se tomen medidas de carácter estructural para favorecer la competitividad de las empresas españolas y compensar la falta de competencia vía precios.
Los sindicatos incidieron en la necesidad de mantener el poder adquisitivo de los trabajadores y avisaron de que todavía no se ha registrado una "mejora estructural" de la economía.
El presidente de Asociación de Autónomos, Lorenzo Amor, también achacó el dato de la inflación al alza del petróleo, y aseguró que "no responde en absoluto" a una recuperación en el mermado consumo.
Las tensiones inflacionistas reaparecen en momento en el que está muy cuestionada la política económica del Gobierno Zapatero.