La vicepresidenta del Gobierno, Elena Salgado, se reunió ayer al mediodía en Londres con los responsables de opinión del Financial Times, el más influyente diario financiero del mundo. Buscaba seducirles y aplacar a los mercados, convencerles de que España no es Grecia, como apuntaba el rotativo. José Blanco, ministro de Fomento, era menos sutil. Denunciaba que los editoriales de los periódicos extranjeros "no son inocentes o casuales". Poco después, el Financial Times respondía, acusando al Gobierno español de "paranoico" en uno de sus principales blogs. No es la primera vez que un Gobierno europeo culpa de una de la mala evolución de sus mercados, CDS (seguros de crédito para el impago de deuda) o moneda a un cruel complot", asegura Izabella Kaminska en Alphaville, uno de los blogs más seguidos de la versión digital del periódico. "Suena un poco paranoico", continúa. "España es víctima de una conspiración internacional centrada en destruir la posición económica del país y, a partir de ahí, el euro. Esa es la visión llana y simple del Gobierno español, o al menos de su ministro de Fomento", asegura el prestigioso periódico.