madrid. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, presentó ayer el Plan 2000E de ayudas a la compra de automóviles para el año 2010 y aseguró que al término de sus 100 millones de euros de dotación presupuestaría no habrá más prórrogas.

Sebastián, que hizo un balance de las operaciones del Plan 2000E de 2009 en rueda de prensa, anunció que el último Consejo de Ministros del año, previsto para mañana, aprobará las condiciones de acceso al nuevo Plan, las mismas que las de 2009, pero con algunas mejoras.

En 2010, añadió el ministro, se mantendrán las ayudas del Plan Integral de Automoción con una dotación de 250 millones, a las que se sumarán 1.000 millones en avales para proyectos que denominó emblemáticos, relacionados con el desarrollo e implantación de los coches eléctricos e híbridos enchufables.

En relación al Plan MotoE, con menor impacto que el 2000E para el automóvil, dijo estar abierto a una evaluación de las ayudas a los vehículos de dos ruedas y dispuesto a mejorar el sistema, si el sector ha detectado algo que podría mejoría.

El Plan 2000E, que tuvo su precedente en el Vive, que se puso en marcha en 2008 con 71.439 operaciones que frenaron la caída de la demanda, entró en vigor en 2009 inicialmente con una dotación de 100 millones de euros.

El éxito del Plan, que según el ministro ha dado un vuelco al mercado del automóvil, pasando de caídas del 50% a crecimiento del 40%, fue ampliado en octubre con otros 40 millones de euros para dar cobertura a 80.000 compras más.

Hasta el pasado día 17, el 2000E ha registrado 228.188 operaciones, por lo que la ampliación puede que no se agote el cierre, esta semana, del ejercicio 2009, aunque ello no impedirá que las ayudas para este año tengan continuidad en 2010.

Estas compras se han realizado en un 94% del total a particulares, con un 94% de turismos y un 92% sobre coches nuevos, lo que supone una reducción de las emisiones de CO2 de 180.000 toneladas y un ahorro de la 75 millones de litros de carburante, con 32 millones de euros menos en la factura de las importaciones de petróleo.

La casi totalidad de lo invertido por Industria en el Plan 2000E, explicó el ministro, ha sido recuperado a través del IVA y del Impuesto de matriculación, con un balance neutro, con muy poco coste para el contriuyente, que ha llegado a ser positivo en el caso de las Comunidades Autónomas por contar con el Impuesto de Matriculación.

A partir del 1 de enero entrará en vigor el Plan 2010, con una nueva dotación de 100 millones de euros, que no tendrá prórroga, insistió el ministro en la rueda de prensa, que añadió que el sector lo sabe.

Los compradores, agregó, también deben saberlo, al tiempo que les recomendó que no esperan mucho a cambiar de coche porque no habrá más dinero, y alegó que este tipo de ayudas han de ser temporales para que surtan efecto.

Las novedades del Plan 2000E para 2010 anunciadas por Sebastián se refieren a lo que denominó garantía de disponibilidad: el derecho de subvención estará garantizado en el momento de la venta sin esperar a la matriculación y a la tramitación de la ayuda.

Una segunda novedad fue explicada por la secretaria general de Industria Terresa Santero, que anunció que en el Plan intervendrán un mayor número de concesionarios, excluidos en 2009 por deficiencias de carácter administativo, dijo.

El plan 2010 repite el resto de las condiciones del puesto en marcha este año, con una subvención de 500 euros a cargo del Estado, otros 500 atribuidos a las Comunidades Autónomas y otros 1.000 soportados por las empresas automovilísticas.

Las condiciones del Plan 2009 para recibir las ayudas se refieren a los vehículos de turismo (M1) o de transportes de hasta 3,5 toneladas (N1) nuevos o de segunda mano siempre que, para este supuesto, no superen una antigüedad de cinco años.

En turismos, las emisiones han estado limitadas a los 120 gramos de CO2 por kilómetro o a 149 gramos si el coche incorpora control de estabilidad, detectores para los cinturones en las plazas delanteras y catalizador de tres vías, en el caso de los de gasolina, o válvula EGR, en el de los diesel. Para los vehículos comerciales de peso inferior a 3,5 toneladas, las emisiones se limitaron a los 160 gramos de CO2 por kilómetro.