¿Se producirá el cambio de "chip"? ¿Aparcaran los ciudadanos el coche de gasolina?

Es un tema complejo. Desde luego que el ciudadano, como conductor y peatón, deben sensibilizarse hacia la conducción eléctrica por que la actual no es sostenible. Sin embargo, el sector tiene que trabajar para hacer los vehículos atractivos, tanto en fiabilidad, seguridad, conducción... Ese es el reto. La introducción del vehículo eléctrico se hará en cualquier caso de manera pausada, enfocada a destinos selectivos, servicios públicos y profesionales. Se trata de tener más conocimiento sobre el vehículo para luego trasladarlo al usuario final.

¿Desaparecerá el motor actual?

Efectivamente, el ejemplo claro es el Toyota Prius. Estamos ya en la tercera generación de este vehículo, pero se lanzó en 1997 y entonces lo único que introducía era un alternador que ofrecía una serie de ventajas en cuanto a consumo, sobre todo en aplicaciones urbanas, donde el vehículo para y arranca más frecuentemente. A partir de ahí se ha producido una disminución en dimensiones del motor de combustión interna y el motor eléctrico ha ido ganando peso y personalidad. Se ha buscado mayor densidad de potencia eléctrica y la tendencia lógica es que el motor de combustión evolucione primero hasta ser un elemento de apoyo del motor eléctrico y finalmente desaparecer.

¿Se está trabajando también en mejorar la conducción? ¿Será más sencillo y cómodo conducir un coche eléctrico que uno de gasolina?

Las grandes tendencias del sector son la seguridad, que desde luego es fundamental; el medio ambiente y luego, sí, está el confort. En ese sentido, los fabricantes hacen mucho hincapié. Lo están haciendo desde un punto de vista dinámico o de los elementos de suspensión y transmisión del vehículo y desde el punto de vista del interior. Los elementos de comunicación, por ejemplo, serán muy importantes. Comunicación de vehículo con conductor, comunicación de vehículo con otros vehículos o comunicación de vehículo con infraestructura. Se está avanzando en ambos aspectos, que son transversales y mejorarán el producto final.

¿En qué consiste la comunicación del vehículo con la carretera?

El ejemplo más claro son las ecalls, las llamadas de emergencia. Si hay un accidente se produce una llamada desde el punto en el que se ha registrado la incidencia con una centralita y se toma una decisión: cortar un carril, toda la vía o reducir la velocidad. Los coches del futuro recibirán una aviso y recomendarán al conductor una alternativa.

Las empresas están investigando para electrificar aspectos como el freno o la transmisión, ¿será automático el coche eléctrico?

Siguen teniendo transmisión, se podrá optar por distintos modos de conducción. Lo más habitual es que en modelos eléctricos, donde se buscan aplicaciones muy concretas, se tiende hacia aplicaciones automáticas. Pero la opción manual puede seguir estando ahí.