madrid. La agencia medidora de riesgo Standard & Poor"s (S&P) rebajó ayer la perspectiva de la calificación del crédito soberano español de "estable" a "negativa", porque "aún no se han materializado" las acciones políticas "fuertes" para corregir los desequilibrios económicos y de las finanzas públicas de España. S&P precisa que el Reino de España mantiene su calificación de "AA+" de crédito soberano a largo plazo y la calificación "A-1+" a corto plazo.
No obstante, la agencia de medición de riesgo cree que España sufrirá un deterioro "más pronunciado y persistente" en sus finanzas públicas, además de un periodo más prolongado de "debilidad económica" que el resto de países de su entorno. S&P prevé que la deuda pública de España en 2010 alcanzará el 67% del PIB y que la economía española crecerá por debajo del 1% anual durante un "periodo prolongado", debido al elevado endeudamiento del sector privado, que supondrá el 177% del PIB en 2009, y al "inflexible" mercado laboral. Además, augura que la presión deflacionista puede ser más "persistente" en España que en el resto de países de la zona del euro.
El cambio de la perspectiva, según S&P, obedece así al leve aumento del PIB previsto unido a los elevados déficit fiscales a medio plazo en comparación con los países de su entorno, dada la "ausencia" de políticas centradas en mejorar las expectativas de crecimiento en España.
El Ministerio de Economía y Hacienda "respeta pero no comparte" la decisión de Standard & Poor"s. "Hay variables que no explican mucho esta decisión", afirman fuentes del Gabinete dirigido por Elena Salgado. Así, si bien reconocen el elevado déficit de las cuentas públicas, una media anual del 9,5% del PIB hasta 2011, subrayaron que la deuda en relación al PIB (68%) se encuentra 20 puntos por debajo de la media de la zona euro.