Vitoria. El Gobierno Vasco revisó ayer al alza sus previsiones económicas para el próximo ejercicio y lanzó un mensaje de optimismo: se espera que 2010 no tenga crecimiento negativo, como se preveía, y el comportamiento del PIB podría quedar congelado o incluso subir unas décimas. El mensaje lo anunció ayer el consejero de Economía, Carlos Aguirre, en una entrevista en Herri Irratia. De cumplirse las previsiones de ligera recuperación europea, el País Vasco y su economía, históricamente muy exportadora, conseguirá el año que viene abandonar los números rojos sufridos este año.
Aguirre detalló de cara a 2010 que espera que la situación vaya retornando a índices positivos, "puesto que hemos pasado la parte más dura del ciclo y poco a poco vamos a retornar a estos valores", dijo. Así, añadió que "calculamos que a mitad del próximo año nos pongamos en positivo y que cerremos el año con un crecimiento que esté entre el cero y ligeramente positivo, cuando la última previsión nos ponía en negativo". La viabilidad de este escenario sólo será posible siempre y cuando las previsiones del FMI, OCDE y la UE sobre las economías mundiales, que son las de referencia para los intereses vascos, se cumplan como se espera.
paro contenido Respecto al empleo, Aguirre aseguró que las previsiones "también han mejorado ligeramente" y se espera que el paro no supere, el próximo año, el 10%. No obstante, debido al "casi nulo" crecimiento del PIB vasco, "2010 va a seguir siendo un año de destrucción de empleo", por lo que se perderán en torno a los 15.000 puestos de trabajo. El consejero también hizo referencia a las políticas de estímulos fiscales y sostuvo que "2010 tiene que ser un año de estímulo fiscal. Esto lo tiene clarísimo este gobierno y los demás; es un año en el que no se van a poder retirar los estímulos, porque no podemos quitar revoluciones a un avión cuando está despegando", ironizó.
Por último, en relación a la propuesta del diputado general de Bizkaia de crear un nuevo fondo para mantener las prestaciones, Aguirre respondió que no se trata de ninguna novedad, por cuanto ya la "lanzó hace cuatro años y el anterior Gobierno no la tomó en consideración". Aguirre recordó que "la sostenibilidad del sistema viene determinado por dos vías, la de los ingresos y la de garantizar a medio plazo su sostenibilidad a través de una serie de mecanismos que propicien una mayor eficacia y eficiencia". E insistió en que el Gobierno "está en la vía" de mejorar esa eficiencia para "que las prestaciones sean para las personas que tienen que ser, y no que se gestionen a través de mecanismos que pueden acabar produciendo fraude".