El funcionamiento del sistema público de pensiones ha sido una cuestión de debate y polémica durante los últimos años. Diferentes políticos y Gobiernos han propuesto diversas soluciones; desde retrasar la edad de jubilación, pasando por aumentar el periodo de cotización exigido, hasta reformas estructurales del sistema de pensiones. Sin embargo, es indiscutible que el sustento y el soporte de las pensiones no pasa por su mejor momento.
El Gobierno de Pedro Sánchez ha presentado un anteproyecto de ley con el objetivo de abandonar los planes de pensiones entre empleados de grandes compañías, y de promover los planes de pensiones colectivos de empresa entre autónomos, funcionarios y trabajadores de pymes. Así, cuando un trabajador se jubile podrá complementar su pensión y disponer de un salario en diferido.
Dadas las circunstancias actuales, muchos ciudadanos recurrirán a los planes de pensiones privados para llegar a la jubilación dignamente y mantener su poder adquisitivo. Por estas razones, la empresa iAhorro ofrece sugerencias y consejos a tener en consideración antes de contratar un plan de pensiones.
La desgravación del IRPF
Los planes de pensiones son el único producto de ahorro e inversión que desgrava en el IRPF y que "tributan como ingresos del trabajo en vez de como ingreso patrimonial", explica Antonio Gallardo, experto financiero de iAhorro. No obstante, las posibilidades de ahorro han ido disminuyendo en los últimos años. A día de hoy el límite de desgravación a los planes de pensiones individuales se sitúa en 2.000 euros anuales, que contrasta con los 8.000 de tope en 2020. El Gobierno tiene previsto reducir el límite hasta los 1.500 euros en 2022.
Ignasi Viladesau, director de inversiones de MyInvestor, neobanco online que comercializa con más de 80 planes de bancos, aseguradoras y boutiques independientes, explica que "muchos de estos planes tienen altas comisiones y bajas rentabilidades y, lamentablemente, los clientes desconocen que pueden traspasar su dinero de un plan de pensiones a otro, entre diferentes entidades, sin comisiones ni repercusión fiscal y que, además, pueden invertir en varios planes al mismo tiempo".
Asimismo, Viladesau señala que "hay más de 80.000 euros en planes que podrían ser traspasados a productos mejores. Elegir un buen plan de pensiones es clave para un futuro mejor".
Las comisiones y los diferentes tipos de planes
Como en todas las finanzas e inversiones, lo más importante es conocer en qué se invierte nuestro dinero, al igual que sus riesgos y comisiones. "Estamos hablando de un producto a largo plazo que ofrece diversas opciones de inversión: desde las más seguras a las más arriesgadas", agrega el experto financiero de iAhorro.
Los aspectos que menos atraen son las elevadas comisiones de gestión y de depósito (es decir, lo que el banco te cobra por guardar tu dinero). La primera está limitada por ley desde el año 2018 y la segunda está fijada en un 0,20%. Esto quiere decir que, con ambas incluidas, las comisiones máximas aceptadas son de un 1,05% para los planes de pensiones de renta fija, de un 1,30% en el caso de los mixtos y del 1,50% en los de renta variable.
Pero, ¿qué diferencia hay entre un plan de pensiones de renta fija, de renta variable y mixta? Para empezar, los planes de renta fija invierten en activos que ofrecen una rentabilidad conocida de antemano y que no va a cambiar ni a corto ni a medio ni a largo plazo, mientras que los planes de renta variable son aquellos que invierten en activos como las acciones, cuyo valor fluctúa y cuya rentabilidad varía en función del momento, por lo que conllevan más riesgo. Por último, pero no menos importante, los planes de renta mixta son una combinación de los dos anteriores: invierten tanto en activos fijos como en activos variables.
La rentabilidad
Es muy importante tener en cuenta la rentabilidad a largo plazo del plan de pensiones y que ante todo supere el porcentaje de comisión; en caso contrario, estaríamos perdiendo dinero. Por ejemplo, si estamos 37 años invirtiendo dinero, habiendo aportado 10.000 euros el primer año y 2.000 cada año durante los 36 restantes, la rentabilidad media anual sería de un 3,5%.
Así, habremos invertido 84.000 euros cuando vayamos a jubilarnos. No obstante, ese dinero se habrá revalorizado y tendremos en el plan de pensiones un total de 129.844 euros, por lo que habremos ganado 45.844 euros en 37 años. De todas formas, el 80% de los beneficios se los queda el banco; en este caso. 36.546 euros. Pero si la rentabilidad media anual es igual o inferior a las comisiones, en este caso del 1,5%, nuestro dinero no solo no aumentará, sino que cuando vayamos a retirarlo perderemos mucho más de lo que ganaremos.
Para ganar hay que arriesgar
El plazo que tengamos previsto es determinante a la hora de escoger un plan u otro, aunque, según Viladesau, el mejor momento para contratar un plan de pensiones es "cuanto antes". Por otro lado, Gallarado explica que "si nos queda mucho para la jubilación, podemos optar por los planes más arriesgados, ya que nos queda mucho tiempo para recuperarlos. A medida que nos quede menos tiempo, podemos optar por productos con menos riesgo". Entre los más arriesgados se encuentra la indexación, que consiste en la inversión bursátil siguiendo un índice como el IBEX o el Dow Jones. "Permiten abaratar mucho los costes", concluye el experto en finanzas.
Al ser de renta variable, conlleva más riesgo, pero también tienen un potencial mayor y unas comisiones mucho más bajas. Por su parte, el Viladesau matiza que su "rentabilidad se sitúa en línea con la del índice al que replican" y existe una "gran diferencia entre la comisión de gestión máxima para un plan de renta variable (1,5%) y la comisión de gestión del plan de pensiones indexado más barato de España (0,30%)".
Por ejemplo, en palabras del director de iversiones de MyInvestor, "a lo largo de toda una vida laboral de 40 años con aportaciones periódicas máximas (2.000 euros al año) en un plan de riesgo alto la diferencia entre pagar las comisiones de gestión máximas (1,5%) o mínimas (0,3%) podría llegar a suponer casi 100.000 euros". Al hacer esta cuenta, el ahorro en comisiones como el efecto de la rentabilidad compuesta, porque las comisiones que te ahorras un año siguen invertidas y trabajando para ti hasta que saques el dinero del plan después de la jubilación".
Los planes de pensiones colectivos
El promotor de estos planes es la empresa y los pone a disposición de los trabajadores. Pese a que, funcionan practicamente igual que los planes de pensiones individuales desde el punto de vista fiscal, el límite máximo que se podrá aportar al mismo será de 8.500 euros (4.250 por parte de la empresa y 4.250 a título del trabajador).
Por tanto, "la empresa puede realizar aportaciones a nombre del trabajador, que suelen ser más económicas, con menos comisiones y son más eficientes en el resultado", declara el experto financiero de iAhorro. De todas formas, el plan colectivo se puede compatibilizar con uno privado en el que invertir 1.500 euros y alcanzar así el máximo de 10.000 euros por contribuyente.