Tadej Pogacar, el campeón de todas las estaciones, se exhibió de nuevo en el GP de Montreal. Es su manera de acumular gloria en una vitrina que es un museo de la historia del ciclismo. El esloveno se trasladó a Canadá a sellar otra victoria en GP de Montreal para su palmarés. Se empleó a fondo el esloveno, el único que pudo con Pello Bilbao, sensacional su actuación. Finalizó sonriente y feliz el vizcaino.

Pello Bilbao, con Pogacar a rueda en una carrera anterior. Bahrain / Sprint Cycling

El gernikarra fue segundo, a 24 segundos de la enésima exhibición de Pogacar, que venció por aplastamiento. Es su estilo. El método del pequeño Caníbal. Otro día en la oficina.

Pello Bilbao, fenomenal su carrera, expuso que "era imposible seguir a Tadej. Todos somos conscientes de ello. Está a otro nivel, pero estoy contento con la carrera que he hecho. He aprovechado mi momento y he podido meterme en el podio".

Ataque demoledor

El esloveno, pletórico, agitó su cuerpo, zarandeó la bici y salió disparado hacia una nueva conquista con un ataque abrumador en una cota, Camilien Houde, a más de 20 kilómetros del final.

Todos colapsaron tras la descarga de Pogacar. Jorgenson, que cuidaba su rueda y Alaphilippe, estallaron. Derruidos. No existe kryptonita que frene al superhéroe esloveno, insultante su dominio.

Pello Bilbao y Alex Aranburu, fantásticos, asomaron después de la gran detonación. El gernikarra, impecable, buscó el rastro del esloveno en solitario después de ser el más sólido en la última ascensión a la cota que marcó el circuito. Escuchó a su instinto. Jugó sus cartas con inteligencia y diligencia.

Pello Bilbao, el mejor de los humanos, persiguió al fenómeno esloveno. "Pude mantener el hueco que abrí", analizó el vizcaino, al que el segundo puesto le da confianza para enfocar el Mundial.

Llegó a 24 segundos de la 85ª victoria de Pogacar, la 22ª del curso. Nadie ha ganado más y con semejante contundencia. Ion Izagirre, que completó una notable actuación, firmó la quinta plaza. En Montreal, solo el mejor Pogacar pudo con un estupendo Pello Bilbao.