La alavesa Teresa Gorospe tuvo un precioso y emotivo adiós de los tapices durante el pasado Campeonato de España por equipos y ahora ya está centrada en su siguiente pasión, la medicina.
¿Su adiós ha sido una decisión muy meditada?
–Sí, ha sido una decisión que tomé a principio de temporada. Sabía que este curso iba a ser el último como gimnasta y me he ido mentalizando durante todo el año para que no me venga todo de golpe.
¿Cómo fue esa despedida? ¿Hubo alguna lágrima?
–Cuando vi a todo el mundo llorando a mi alrededor fue todo muy emocionante y me despidieron de una forma increíble. De hecho, fue el mejor adiós que podía haber tenido, ya que estaba compitiendo en la liga Iberdrola y antes de salir a los dos aparatos estaba llorando porque no podía contener las lágrimas. Después de trece años en este deporte, salir al tapiz por última vez fue lo que más me emocionó.
¿Cuándo tomó la decisión de que este iba a ser su último año?
–A día de hoy tengo dolores y bastantes lesiones, y tomé la decisión a principio de la temporada al ver que no iba a poder aguantar otro ciclo olímpico. Entonces, comprendí que era el momento de dejarlo para así poder centrarme en los estudios.
¿Tuvo alguna sorpresa esa última vez que subió al tapiz?
–Sí, les pregunté a ver si podía hacer unas últimas manos libres y me dijeron que sí. Sin embargo, no sabía que me iban a decir todas las cosas que me dijeron ni pintarme un cuadro ni todos los regalos que me hicieron.
¿Qué fue lo que más le tocó esa fibra sensible?
–Cuando repasaron toda mi carrera deportiva. Entonces, me di cuenta de todo lo que he logrado en este tiempo y todo lo que me ha dado este deporte.
Cuando echa la mirada atrás y ve todo lo que ha conseguido, ¿Cuál es el éxito que más ilusión le hace?
–La medalla que conseguí en la 'World Cup' de Pamplona es la que más ilusión me hace, porque creo que ha sido mi mayor logro.
¿Se le ha quedado alguna espinita clavada?
–Es cierto que he aprovechado todas las oportunidades que me han dado, así que no me quedo con ninguna. Aún así, como todo deportista me hubiera encantado llegar a unos Juegos Olímpicos.
“No me quedo con ninguna espina clavada, pero como deportista sí que me hubiera gustado llegar a unos Juegos Olímpicos”
¿Quién ha sido su máximo apoyo o de quién se ha acordado más en su retirada?
–Me he apoyado mucho en Marga y Salma Solaun, y también en cada técnico de Madrid como Marta Linares y Alejandra que han sido dos entrenadoras que han estado conmigo durante cuatro años. Por otro lado, he recibido mensajes muy bonitos de todas las compañeras que he tenido, pero sin duda, la compañera que más me ha apoyado ha sido Salma, con la que llevo once años y que ha sido lo mejor que me ha dado este deporte.
¿Ha tenido alguna conversación especial con Salma Solaun estos días? ¿Han hablado sobre París?
–Yo nunca le digo que me dedique nada porque es su trabajo, pero siempre me suele traer alguna cosa. Si lo disfruta y muestra su trabajo nos daría el mayor regalo a todos.
En cuanto a su formación, ¿Cómo van esos estudios de medicina?
–Este año he empezado con la mitad del curso y voy poco a poco. Ahora mi intención es centrarme y dedicarme a la carrera de medicina al cien por cien. Hubiera sido muy difícil compatibilizar la gimnasia con la carrera. Además, ser médico es otro de mis sueños y yo creo que poco a poco lo voy a conseguir, porque soy una persona muy disciplinada, que es otras de las virtudes que me ha dado este deporte.
¿Tiene clara alguna especialidad?
–Es posible que a lo largo de la carrera cambie, pero en principio me gustaría hacer pediatría.
¿Ha tenido siempre claro qué quería estudiar?
–Sí, desde que era pequeña he querido ser médico. Además, mi tía es doctora, siempre me ha encantado y ha sido un ejemplo para mí en este sentido.
"La gimnasia me ha aportado valores como trabajo, disciplina, superación y aprender a luchar por lo que se quiere"
¿En qué le ha cambiado la gimnasia rítmica? ¿Cómo cree que hubiese sido su vida sin ella?
–La verdad es que no me imagino mi vida sin haber hecho gimnasia rítmica. Hubiera sido una joven más estudiando bachiller en Vitoria y no sé si me hubiera decantado por la medicina o si hubiera practicado otro deporte.
¿Qué valores le ha aportado la rítmica?
–Trabajo, disciplina, superación y aprender a luchar por lo que se quiere.
¿Qué le viene a la mente ahora más en frío?
–Me vienen todos los momentos que he vivido y las competiciones, sobre todo los años de junior que han sido los más bonitos de mi carrera. Me viene nostalgia y felicidad a la vez, porque han sido momentos muy felices en mi vida.
¿Ha tenido algún momento en el que se haya arrepentido y haya pensado en seguir?
–La verdad es que no, ya que lo he tenido muy claro desde el principio. No me lo he replanteado de momento y sigo firme con mi decisión.
En un futuro, ¿le gustaría seguir unida a la gimnasia rítmica?
–Yo creo que siempre de alguna manera voy a estar ligada a este deporte, porque me he sacado dos cursos de entrenadora y quién sabe si surgirá algo el día de mañana. De momento, estaré vinculada viendo las competiciones y apoyando a mis compañeras.
De cara a los Juegos Olímpicos, España es una de las favoritas, ¿Cree que hay posibilidades de medalla?
–Me encantaría que ganaran alguna medalla, pero lo importante es que vayan sin presión y a disfrutarlo, porque se lo merecen. Si dan su máximo estoy segura de que alguna van a conseguir. Además, el hecho de que mi mejor amiga la ganara sería increíble.
En este deporte tan duro, ¿ha tenido algún momento en el que se planteara dejarlo antes?
–Todos los deportistas tienen algún momento malo en su carrera y tienden a pensar que no pueden más. Hay días grises, pero luego sale el sol y todo va a mejor. En mi caso nunca había pensado en dejarlo hasta ahora.