Un veterano del silbato en Álava
Edorta Sagastegui Sáenz de Buruaga acumula más de 25 años impartiendo justicia en las categorías inferiores del fútbol alavés
La profesión debe ser vocacional o, al menos, eso tienden a recomendar los expertos. Hoy en día no es tan sencillo como parece, pero ante un panorama tan oscuro siempre se encuentra algo de luz.
Es el caso del árbitro vitoriano Edorta Sagastegui Sáenz de Buruaga, quien a sus 50 años, acaba de cumplir “media vida dirigiendo partidos”, tal y como él mismo reconoce.
El alavés lleva a sus espaldas más de 25 años arbitrando en diferentes categorías, desde su debut en Segunda cadete hasta Tercera División, e incluso llegó a estar de asistente en Segunda B.
A pesar de ello, tiene claro que le queda cuerda para rato. “Me mantengo en forma y sigo teniendo la misma ilusión que el primer día. Es más, no se me ha pasado ni por la cabeza el retirarme y mientras la salud me lo permita, continuaré”.
"Me mantengo en forma y sigo teniendo la misma ilusión que el primer día. Es más, no se me ha pasado ni por la cabeza el retirarme y mientras la salud me lo permita, continuaré"
Después de tanto tiempo sobre los terrenos de juego, Edorta tiene un objetivo consistente en “seguir inculcando valores a los niños, que es lo que a veces falta en los campos, y transmitir todo eso que nos han infundido a nosotros durante años”, aunque para ello recalca que “es importante que no solo lo hagan los árbitros, sino que también se esfuercen en ello los entrenadores y familias de todos esos niños”.
Con un currículum tan amplio, a Edorta le resulta difícil quedarse tan solo con uno de todos los encuentros que ha dirigido. “Es cierto que uno de los más especiales fue cuando subí a Tercera División en Tajonar (Pamplona). Allí estuve de asistente en un partido que enfrentó a Osasuna contra el Barcelona en las semifinales de la Copa del Rey”. Gracias a su buena memoria, recuerda que los entrenadores del conjunto navarro eran por entonces Cuco Ziganda y Andoni Goikoetxea.
Otro encuentro que el alavés jamás olvidará será uno de la categoría Segunda cadete en Los Astrónomos con su mentor, Víctor Martínez de la Fuente, ex colegiado de Primera.
Asier Pérez de Mendiola: “Me ha costado mucho llegar hasta aquí y tengo que disfrutar”
Por otro lado, Edorta también hace mención especial a las cuatro temporadas que estuvo de asistente específico en Tercera con Asier Grandmontagne. “Con él tenía una conexión especial. Jamás olvidaré cuando ambos salimos ovacionados del estadio La Florida tras un encuentro entre Portugalete y Basconia”.
Eso sí, su mayor regalo tras tantos años es que “los jugadores salgan contentos del terreno de juego, mostrando esa deportividad al darse la mano con los equipos rivales”. Edorta tampoco se olvida de “la suerte que tuve de poder ir con dos asistentes profesionales como Asier Pérez de Mendiola y David Pérez de Colosia”.
La evolución del fútbol
Otra anécdota que le roba una sonrisa al colegiado alavés es cuando recuerda la dificultad para que se aplacen partidos en su tierra. “Yo tengo mucho contacto con las Gloriosas, las Gasteizko Neskak de aquellos años en los que Dafne Treviño ejercía de entrenadora. Yo arbitré muchos encuentros en Betoño y aún recuerdo dos en los que, a pesar de la cantidad de nieve que había, hicieron todo lo posible para poder jugar y no tener que suspenderlo”.
Desde sus comienzos y hasta el día de hoy, Edorta ha ido viendo una gran evolución en el fútbol y todo lo que se refiere al campo, la indumentaria, los balones y las instalaciones.
“Los campos de ahora no tienen nada que ver con los de antes. El de Los Astrónomos era de tierra y pasaban un coche con un rodillo por el campo para alisarlo y poder jugar. Las características de los balones también son diferentes, ya que antes eran de un material mucho más duro que si te daban, te hacían daño; en cambio, los de ahora ya van solos”, precisa el colegiado.
"Tras colgar las botas como futbolista quería seguir estando ligado al fútbol y vi un anuncio en el que ponía que necesitaban colegiados y me apunté. A partir de ahí fue todo rodado"
La aparición de la tecnología ha facilitado mucho la labor del colegiado y no por lo que se ve sobre el terreno de juego, sino por lo que hay fuera en cuanto a las designaciones. “Antes las conocíamos los jueves y siempre estábamos deseando que llegara ese día para ver qué partido teníamos designados. Hoy utilizan una aplicación que antes no existía y en caso de no poder asistir a una reunión tenemos una clave para entrar y ver nuestros encuentros. En cambio, en el pasado si no íbamos a las reuniones teníamos que ir al bar Picasso para ver nuestras designaciones”.
Aunque hayan pasado ya 25 años, Edorta sigue emocionándose al recordar sus comienzos. “Empecé a jugar al fútbol en el colegio Canciller Ayala con mis hermanos y cuando acabé nos pasamos al Iru-Bat. Después de llegar a Regional me fui unos años al Club Deportivo Nanclares y ahí acabó mi época de futbolista. Tras colgar las botas quería seguir estando ligado al fútbol y vi un anuncio en el que ponía que necesitaban colegiados y me apunté. A partir de ahí fue todo rodado”.
Lo único claro es que, a pesar de su dilatada experiencia, a Edorta aún le quedan muchos encuentros que dirigir y muchos valores que inculcar a todos los jóvenes.