Ha sido medio año de preparación y el sábado llega el gran día. Tras seis meses compartiendo duras sesiones de entrenamientos y realizando un sinfín de sacrificios, al fin las chicas del E-TRI Eskola podrán disfrutar de la competición durante la tercera edición del vi half gasteiz.
Es su momento. El gran día. La hora de las 'Trilokas', como se conoce a las discípulas de Ruth Brito en la escuela de triatlón que dirige en el Estadio.
En total serán 13 las deportistas de este animado equipo de triatlón gasteiztarra, junto a su entrenadora Ruth Brito, las que el próximo 1 de junio a partir de las 12.33 horas tomen la salida en el parque de Garaio para arrancar una de las pruebas deportivas más exigentes.
Las cifras abruman. Por delante tendrán 1,9 kilómetros de natación en el pantano, 90 kilómetros en bicicleta por un circuito por la Llanada Alavesa y de postre los 21,095 kilómetros de una durísima Media Maratón por el Casco viejo de la capital alavesa en el que deberán subir en tres ocasiones las rampas de La Cuesta. Casi nada.
Sin embargo, las 13 triatletas están de lo más animadas. Confían en que la preparación dirigida por Ruth Brito les permita disputar la prueba en condiciones. “Han hecho bien los deberes. Están listas”, garantiza la triatleta canaria y gasteiztarra de adopción. Cuestionadas por sus respectivos objetivos, una palabra sale al unísono de la boca de todas ellas: “disfrutar”. Eso es lo que buscan estas 13 'Trilokas' este sábado.
“Si soy la última me da igual”
Todas ellas pelearán por acabar el vi half y no quieren meterse presión a la hora de hablar de marcas, ni de posiciones. “Si soy la última me da igual”, avanza Edurne Barrio, la única de las triatletas que aún no ha completado un triatlón y que se ha animado para estrenarse con uno de media distancia. Está ante lo desconocido y no sabe lo que le espera. Al menos, el último entrenamiento en el pantano realizado este martes le ha permitido disipar ciertas dudas. “Hemos hecho 1.500 metros y ha ido bien”, asegura.
Eso sí, Edurne no oculta sus temores. “El agua es lo que más me preocupa”. Y es que nadar en el pantano y la posibilidad de que el agua esté fría le impone respeto. Unos temores que comparte con Sofía Escobar. “Soy insegura nadando y el pantano me provoca algo de ansiedad”, añade la vitoriana, que tras completar un triatlón olímpico –1,5 kilómetros a nado, 40 en bici y 10 a pie– y otro short –1,5 km nadando, 60 de ciclismo y 15 corriendo– se estrena en un Half.
El miedo al agua fría en el pantano y la dureza en el tramo de La Cuesta en la carrera a pie son sus principales temores
María Ayala y Judith Hernández son las otras dos debutantes del grupo. La primera ya ha realizado un short y la segunda tiene además de esa modalidad, un olímpico en sus piernas. Ahora dan un pasito más y ambas coinciden en señalar que lo que más les preocupa es la dureza final de la carrera a pie. Desconocen con cuánta energía llegarán a la Media Maratón y “las rampas de La Cuesta”, que deberán subir en tres ocasiones son su principal temor.
Las experimentadas
En una situación diametralmente opuesta se encuentran María Gómez e Izaro Baztarrika, las dos triatletas con más experiencia del grupo. Ambas buscan el diez en el vi half. No se trata de una nota, si no que es el número de triatlones que habrán completado estas dos gasteiztarras si el sábado cruzan la meta en Los Fueros. Nueve llevan ya a sus espaldas, pero ambas afrontan la prueba con la ilusión de las debutantes. “Con las mismas ganas del primer día”, asegura María. Y también, pese a conocer lo que les espera, comparten temores con sus compañeras que se estrenan. “La experiencia sí que está ahí, pero el miedo también. Yo sufro en la natación y esa preocupación no se quita”, añade Izaro.
Un peldaño por debajo, en cuanto a número de triatlones completados, pero no en lo que hace referencia a la ilusión y las ganas con las que afrontan la carrera, aparecen Virginia Majuelo que acumula siete y Bea Román con 5. La primera reconoce no vivir con excesivos nervios las horas previas de la carrera. “El año pasado cuando debuté tenía más tensión y ahora estoy muy tranquila. Quizá demasiado”, bromea.
Despreocupada en parte también lo está su compañera Bea Rmán. El hecho de estar más preparada y contar con la experiencia de haber completado la edición anterior le hacen afrontar la cita con más seguridad. Encima no quiere ponerse la presión de una marca. “No sé ni lo que hice el año pasado. Es algo que no me preocupa. Con acabarlo y disfrutar me vale”, explica.
Esa es la clave. También para Nerea Saiz, Marta Vidal y Ainhoa Lamariano, que el sábado tomarán parte su cuarto triatlón, el segundo half tras haber disputado el de Vitoria en 2023. Estas tres, las benjamínas del grupo, sí que se muestran más ambiciosas y pelearán por batir sus récord. “Queremos mejorar lo del año pasado. Aunque sea bajar un minuto”, dicen.
