Arranca este viernes por la noche la feria de San Mateo. Este año tiene para Javier Zabala un sabor especial, más delicioso aún que el del bocadillo de sardinas con guindilla, el clásico tentempié con el que la parroquia del Adarraga mata el gusanillo mientras disfruta del espectáculo. Al delantero local le ha llegado el turno de estrenarse en el torneo del que desde pequeño ha disfrutado como espectador. Zabala ya ha dejado de relamerse al imaginarse zampando el tradicional pintxo. Ahora sueña con comerse en la cancha a las figuras a las que, hasta hace no mucho, observaba con admiración desde la gradas. “Quiero estar ahí, enfrentarme a ellos. Espero jugarles cara a cara, sin rehuir los cuadros alegres y aunque son los mejores, ir a por ellos, que sea un enfrentamiento directo”, apunta a pocos días de su bautismo de fuego.
"Espero jugarles cara a cara, sin rehuir los cuadros alegres y aunque son los mejores, ir a por ellos, que sea un enfrentamiento directo”
Ese momento llegará este domingo. “Por ahora no hay nervios. Con ellos o sin ellos, intentaré disfrutar al máximo”, asegura el riojano. Ese día, él y su compañero, José Javier Zabaleta, abrirán la liguilla del grupo B frente a Iker Larrazabal y Ander Imaz. Un pulso entre meritorios en los cuadros delanteros. “Larrazabal es muy peligroso. Si le entran las pelotas en ataque, es uno de los más letales, tiene un remate muy violento. Vamos a tener problemas si no les dominamos, así que intentaremos meter una marcha más para atacar nosotros y que ellos se defiendan”, explica.
En esa misión de mandar en el peloteo y marcar el ritmo, Zabala, poseedor también de un golpeo duro, cuenta con el respaldo de un bombardero como Zabaleta: “Ese es uno de nuestros puntos fuertes. Debo aprovechar que tengo al mejor zaguero conmigo, dejarle pelota, que él la caliente y terminar yo los tantos delante”.
Esa suma de artillería será más necesaria que nunca en la segunda cita frente Altuna III y Martija. “Esperemos que sea el viernes”, apostilla el delantero logroñés, ya que es el día asignado para que la dupla ganadora del choque del domingo se las vea con la pareja campeona de la pasada edición de la feria matea. Zabala está ansioso por medirse al mago de Amezketa: “En San Mateo, con el Adarraga abarrotado, esos partidos son muy emotivos, se guardan para siempre. Me lo tomaré como una final. Si les podemos dar un susto, se lo daremos, pero voy a salir a disfrutar. Son ellos los que tienen las de ganar, pero nosotros iremos con todo y creo que les vamos a plantar cara”. Más que amedrentarle, le motiva aún más el que Altuna advirtiera esta misma semana en estas páginas que él y Martija irían “a por todas” en el torneo riojano: “Esos son los partidos bonitos, aquellos en los que los mejores pelotaris salen con todo al frontón”.
"En San Mateo, con el Adarraga abarrotado, esos partidos son muy emotivos, se guardan para siempre"
Zabala se ha preparado con mimo para afrontar su primera incursión en un torneo de primera línea. Se ha tomado un descanso para tener en condiciones la zurda, que a lo largo del verano le ha venido dando bastante guerra. Su último partido lo jugó el pasado día 3 en Belorado. “Allí noté que se me resintió la mano”, desvela. Pese a ello, él y Rezusta doblaron a Elordi-Martija (11-22). “Beñat me ayudó mucho y las cosas salieron bien. Hay veces que, al tener las manos justas, intentas terminar el tanto antes y te sale mejor”, explica. Tras casi dos semanas de descanso, las sensaciones son positivas: “Esta semana he hecho dos entrenamientos muy buenos, no me ha dolido nada y me noto con buen juego, así que estoy contento”.
En su primer San Mateo, llevarse el título sería quizás pedir demasiado. Zabala, a dos semanas de cumplir 26 años, se quedaría satisfecho “sobre todo con dar la talla, porque juegan los mejores pelotaris y lo que no quieres es desentonar”. El último riojano que conquistó el torneo de casa fue Víctor Esteban, hace dos años, precisamente con Zabaleta en la zaga. El delantero de Logroño adopta aquella final ante Olaizola II-Mariezkurrena como pauta a seguir: “Hay que llevar esa dinámica, dejar que Zabaleta le dé y luego acertar a la hora de terminar el tanto, como hizo entonces a la perfección Víctor”.