Álava siempre ha contado con excelentes gimnastas. El buen hacer de clubes y técnicos ha conseguido llevar a la rítmica provincial en el pasado y ahora de nuevo regresan los éxitos en un presente más que prometedor.
Lorena Guréndez, Tania Lamarca y Estíbaliz Martínez. ¿Qué le dicen esos nombres?
–Sin duda son unas referentes para mí. Desde muy pequeña soñaba con poder llegar algún día a ser cómo ellas y ver como poco a poco voy siguiendo su camino y voy logrando todos estos éxitos, la verdad es que me hace muy feliz. Me hace recordar esa niña pequeña que soñaba con todas estas cosas y que poco a poco estoy consiguiendo. Además, luego ves también a otras niñas pequeñas que se fijan en ti y que tratan de seguir tu camino y es algo que me hace mucha ilusión ya que hace unos años, yo era esa niña.
Las ‘Niñas de oro’ siempre han sido un referente en su carrera. ¿Qué significaría poder unir su nombre a ellas y que en un futuro cuando se hable de las medallas olímpicas de alavesas esté también su nombre?
–Un orgullo. Algo muy especial y muy bonito, que siempre he soñado.
¿Cree que puede pesar en estos 11 meses que quedan hasta los Juegos trabajar con esa presión de que ya estarían dentro del grupo de las favoritas?
–No. Vamos a estar ajenas. Al igual que este año, vamos a estar centradas en nuestro objetivo, en nuestro trabajo sin pensar en el resto. Saldremos a demostrar lo que somos capaces. Haremos lo que esté en nuestra mano, pero no nos vamos a descentrar por lo que no depende de nosotras.
¿Es consciente de los sacrificios que le esperan de aquí al próximo verano?
–Sí, sí. Por una parte sé que va a ser un camino muy bonito, ya que llega algo que llevo soñando mucho tiempo, pero a la vez sé que va a ser duro. Si este año ha sido duro, el siguiente lo va a ser mucho más, pero bueno, al final es a lo que nos exponemos y estoy dispuesta a aceptar el sufrimiento que venga porque al final luego la recompensa contrarresta todo ese esfuerzo. Soy consciente de ello, pero al igual que vendrán momentos duros, también vendrán otros muy bonitos.
Además, en París van a presentar un nuevo ejercicio ya que tras dos años con ‘Historia de amor’ y ‘Mascletá’ renovarán su puesta en escena. ¿Complicará este cambio la preparación al tener que preparar varias novedades?
–Al principio sí que cuesta un poco hasta que consigues dominarlos del todo. Los principios siempre son complicados, pero habrá elementos que se mantendrán, ya que cambiará la música y la coreografía, pero bueno con trabajo los volveremos a sacar.
¿Puede desvelar alguna de las sorpresas que llevarán los ejercicios olímpicos o es ‘top secret’?
–Pues es que todavía ni los conocemos. A la vuelta de estos días de vacaciones tocará ver ideas, ya que aunque algo hay, todavía no está del todo definido.
Viendo la exigencia de la disciplina que practica, este año será complicado compaginarlo con sus estudios de ingeniería matemática. ¿Cómo lo va a hacer?
–Este año la universidad la voy a dejar a un lado porque he preferido centrarme en la preparación de los Juegos.Era demasiado compaginar las dos cosas. Sí que no quiero dejar los estudios del todo, ya que viene bien tener algo al margen de la gimnasia con lo que evadirte y distraerte. Estar todo el rato entrenando sin hacer nada más, es muy duro, por lo que haré el curso de entrenadores, quiero hacer algún curso de inglés y algunas clases que me vayan introduciendo ya en la carrera de ingeniería matemática. Es que esta carrera requiere asistir a clase y como es muy complicada, he preferido este año tomármelo de descanso en la universidad y centrarme más en lo deportivo.
Estamos hablando de una preparación para los Juegos con el equipo olímpico de rítmica, cuando hace unos años Salma Solaun era una gimnasta destinada a la competición individual y a la que una inoportuna lesión de rodilla le cambió todo para pasar al conjunto. ¡Qué caprichoso puede ser a veces el destino, no!
–Sí, sí. No sé que habría sido de mí ahora mismo si no me hubiera lesionado. En ese momento ocurrió eso y yo tomé esa decisión y la verdad es que ahora no puedo estar más contenta, ya que igual no habría conseguido todos estos resultados. A ver, quizá en individual también podría haberme ido bien, pero nunca se sabe. Pero bueno, como siempre digo, las cosas siempre pasan por algo y ahora estoy contenta y orgullosa con este camino.
