La ex jugadora y ahora asistente del Kutxabank Araski, Laura Pardo, analiza su nueva etapa como profesional de los banquillos a la sombra de Madelén Urieta, al mismo tiempo que hace balance de su primera temporada ayudando al cuerpo técnico del club alavés.

Todavía falta bastante para que comience la temporada, pero con la plantilla prácticamente perfilada, ¿qué le transmite este nuevo Araski?

Creo que el equipo sigue con la línea de traer jugadoras polivalentes y que puedan actuar en diferentes posiciones y aportar hasta en tres demarcaciones distintas para así dar versatilidad a la plantilla. En ese sentido, el equipo creo que dará alegrías a la afición y a buen seguro que la “Marea Verde” se divertirá en esta nueva temporada, ya que al final queremos que se juegue rápido y en transiciones, algo que va en el ADN del Araski. Aunque aún falta bastante tiempo, ya tenemos muchas ganas de que empiecen a llegar jugadoras y comenzar con este nuevo curso.

¿Qué nos puede especificar de los nuevos fichajes?

Por un lado, tenemos jugadoras que ya conocen la liga y, por otro, algunas que van a hacer su debut en la Liga Endesa con nosotras. Por lo tanto, habrá que trabajar duro en pretemporada para unir las piezas, pero creo que el perfil de las jugadoras encaja muy bien unas con otras y a falta de trabajo y de conocerse, creo que puede ser un bonito equipo.

Este año hay cierta continuidad en el proyecto, pero se han ido algunas piezas fundamentales como María Asurmendi. ¿Cómo se procesa ese cambio?

Al final ha sido una bonita etapa que se ha cumplido en el club y ahora se ha buscado un perfil de jugadora que pueda hacer jugar más en transición y más rápido. Y creo que en esa línea va a ir el estilo de juego del nuevo Araski, es decir jugar en transiciones y jugadas de pocos segundos y si no se puede, intentar culminar con un baloncesto más pausado. Aunque como comento, la idea del club ha sido la de traer jugadoras polivalentes y versátiles que puedan ayudar en diferentes posiciones.

En cuanto al estilo, el Araski quizá ha sufrido estos últimos cursos al jugar en estático...

Puede ser. Al final, el ADN del Araski siempre ha sido de jugar rápido y divertido, pero quizá en estático hemos sufrido algo más. Nosotras no queremos encasillar a las jugadoras y buscamos perfiles que puedan adaptarse a diferentes estilos, por lo que este año esa será una de las prioridades. Es decir, intentar sacar más rendimiento en estático, mientras mantenemos nuestra alegría con un juego rápido.

El año pasado se estrenó en el banquillo. ¿Cuáles fueron sus sensaciones?

Un poco raras. Al final han sido muchos años como jugadora y me ha costado adaptarme. Es más, no te voy a mentir y a veces he estado incluso algo desubicada, de no saber qué hacer o incluso de irme con las jugadoras. Hay que tener en cuenta que son muchas temporadas de tener manías que adquirí como jugadora que haces sistemáticamente y al hacer ese cambio de chip a asistente me costó un poco. Eso sí, este año confío en que esté más asentada en el cuerpo técnico y poder ayudar en todo lo que yo pueda.

¿Cómo gestionó dar instrucciones a jugadoras que en su día fueron compañeras?

Fue algo raro. También es cierto que yo muchas órdenes no daba (risas). Esa no era mi función, yo trabajaba más en el apartado de datos. Aunque como comento, sí que se me hacía rara la situación, pero poco a poco me fui adaptando.

En ese sentido, ¿le ayudó o le perjudicó el hecho de tener que jugar algunos minutos la temporada pasada ante la plaga de lesiones que se sufrió?

Pues diría que ese momento hasta resultó más fácil que estar en el banquillo. Al final, era a lo que yo había estado acostumbrada durante muchos años. Aunque eso fue algo anecdótico, el equipo estaba muy justo de efectivos y pude echar una mano y fue algo excepcional. Aunque es cierto que no se me hizo raro volver, porque mi cuerpo está acostumbrado al deporte.

Ahora ya es oficialmente asistente al sacarse un nuevo curso. ¿Cómo ha sido ese proceso?

Yo siempre he sido muy inquieta en mi vida y se me presentó la oportunidad de hacer el curso de segundo nivel, ya que el de primer nivel ya lo realicé hace años. Además, la formación y el conocimiento nunca están de más y me lancé a ello.

De cara a este segundo curso, ¿qué puede aportar de más?

Al final, aún tengo muy reciente mi perfil de jugadora y creo que en ese sentido puedo dar un punto de vista distinto al que el cuerpo técnico quizá no ve en ciertos momentos cuando hay mucha tensión o nervios. En un encuentro todo pasa muy rápido y quizá yo pueda aportar ese punto de vista como jugadora que puedo ver quizá más fácil.

¿Tiene algún sueño como entrenadora de cara al futuro?

La verdad es que no. Yo me he ido formando porque me surgió la oportunidad, ya que el curso lo hicieron justo aquí en Vitoria, pero yo estoy muy centrada en lo que es mi trabajo y echaré una mano al equipo por las tardes y en los encuentros. Pero a día de hoy, ser entrenadora no está dentro de mis planes o prioridades.

Volviendo al equipo, quizá el año pasado, la temporada se le hizo demasiado larga a la plantilla. ¿Se ha pensado en esto?

Cada campaña es un mundo y las jugadoras cambian. Es algo muy difícil de comentar, ya que en verano, las temporadas se planifican de cierta manera y luego la propia competición, en el día a día, los entrenamientos, las lesiones y un largo etcétera influyen mucho. Es cierto que el año pasado fuimos de más a menos, pero eso no quita para que fuera una gran temporada con la clasificación para la Copa de la Reina. Y este año, e igual que todos, lo que está claro es que ilusión no nos va a faltar.

El objetivo del club siempre es la salvación. ¿La ilusión de la Copa y los ‘play off’ puede ser real?

La ilusión de clasificarse siempre está ahí, pero no hay que olvidar que aunque nos hayamos clasificado para varios torneos del KO, seguimos siendo un club humilde en la liga y no llevamos tanto tiempo como otros equipos. Nosotras tenemos que seguir con nuestro camino desde la humildad y que nuestro objetivo sea la permanencia para que el proyecto pueda seguir en la élite. A partir de ahí, lo que venga, bienvenido será, pero con los pies en la tierra, como siempre.

Este año se incorpora una jugadora más de la casa y June se unirá a Marina y Maider. ¿Ejemplo de que la cantera funciona?

El Araski siempre ha tenido claro que la cantera es una parte fundamental del proyecto, incluso desde cierta perspectiva es más importante que el primer equipo. Al final, es esa primera punta del iceberg, donde detrás hay muchísimo trabajo y mucha gente aportando. Por eso mismo, que jugadoras de la casa se vayan sumando siempre es una inmejorable noticia y ojalá cada vez se puedan sumar más y más jugadoras de la cantera.

¿Cree que Marina y Maider pueden disponer de más minutos esta temporada?

Yo creo que sí. Aunque en ese sentido, las jugadoras de la casa creo que tenemos ese hándicap en cuanto al físico, ya que es verdad que los fichajes que vienen suelen tener ciertas características importantes, pero las canteranas de aquí suplen eso con otras ventajas como la inteligencia y el conocer bien el club. Yo soy de esas personas que cree que el trabajo da sus frutos y seguro que si lo pelean, lo lograrán.

¿Se ve como un espejo en quien mirarse para las canteranas?

Eso quizá se lo tendríamos que preguntar a ellas. Yo siempre que sube gente de la cantera intento ayudarles lo máximo posible, ya que he pasado por eso mismo y soy consciente de las complicaciones que existen de compaginar el baloncesto con el trabajo y los estudios.