La atleta estadounidense de 32 años Tori Bowie, triple medallista olímpica y que fue hallada sin vida en su casa el pasado 23 de abril, falleció por complicaciones derivadas del embarazo de ocho meses que afrontaba mientras se encontraba sola en su vivienda, según señaló el informe de la autopsia al que tuvo acceso 'USA Today'.

Según este documento, Bowie, que tenía "un feto bien desarrollado", probablemente sufrió insuficiencia respiratoria y eclampsia, una rara complicación de la preeclampsia, una afección grave que se produce en la segunda mitad del embarazo y que hace que la persona desarrolle hipertensión arterial y convulsiones.

"Desgraciadamente, mucha gente, incluidos los medios de comunicación, están especulando con que se hizo algo a sí misma, lo que es muy doloroso. Así que esperemos que, sabiendo ahora la verdad, haya muchas disculpas", declaró su agente Kimberly Holland a 'CBS News' tras conocer la noticia.

Bowie comenzó su carrera profesional como atleta en 2013 y sus mayores logros llegaron en los Juegos Olímpicos de Río 2016, donde ganó tres medallas: una de plata en los 100 metros, otra de bronce en los 200 metros y un oro con sus compañeras de equipo en el relevo 4x100. También fue doble campeona mundial en Londres 2017.