Eneko Llanos no pudo despedir su brillante trayectoria deportiva con una victoria en el Otso vi half gasteiz que finalizó este sábado cerca de las 16.15 horas en las céntricas calles gasteiztarras bajo un intenso diluvio. El incombustible triatleta vitoriano, de 45 años, fue segundo en línea de meta con una marca de 3 horas, 48 minutos y 52 segundos a dos minutos del ganador, el eibartarra Pello Osoro, que terminó la prueba con un tiempo de 3 horas, 46 minutos y 46 segundos.
Llanos se quedó con la miel en los labios tras una carrera en la que fue de menos a más y, de hecho, mejoró su marca de la pasada edición en casi tres minutos, pero su empuje no resultó suficiente para revalidar la corona ante la fortaleza de Osoro. En la línea de meta, como no podía ser de otra manera, recibió el reconocimiento unánime de todo el público que siguió in situ la segunda edición de esta prueba cada vez más consolidada en el territorio. Atrás queda una trayectoria jalonada de éxitos que le ha permitido labrarse el respeto de todo el mundo.
El que fuera campeón mundial y europeo de triatlón de larga distancia y subcampeón del mundo de Ironman, comenzó, como ha sido habitual a lo largo de su carrera, perdiendo tiempo en el tramo de 1,9 kilómetros de natación que tuvo lugar en el embalse de Ullibarri-Gamboa, fase en la que el mejor fue Guillem Montiel, que logró una importante ventaja sobre sus adversarios.
En los 90 kilómetros en bicicleta, sin embargo, Pello Osoro se exprimió al máximo y comenzó a remontar puestos desde atrás, logrando superar a Llanos y al propio Montiel. Al finalizar este sector, que pasó por la llanada alavesa, el eibartarra lideraba la prueba y, aunque Llanos fue escalando puestos en los 21 kilómetros de carrera a pie y logró colocarse en segunda posición, Osoro fue capaz de gestionar su ventaja, algo a lo que, como reconoció posteriormente, también ayudó la lluvia, ya que sirvió para refrescar a los corredores.
La tercera posición fue para el bergarés Mikel Mugica, que se mantuvo entre los hombres de cabeza desde el principio y con un tiempo de 3 horas, 50 minutos y 5 segundos logró superar a Montiel en la pelea por el podio. Como no podía ser de otra forma, Mugica y Osoro se fotografiaron en la línea de meta junto a Eneko Llanos en una imagen que quedará para el recuerdo al tratarse de la última carrera como profesional de un referente de este deporte como es el gasteiztarra.
Carrera femenina
En categoría femenina, la catalana Marta Sánchez cumplió los pronósticos y se proclamó de forma incontestable vencedora del Otso vi half gasteiz con una marca de 4 horas, 14 minutos y 15 segundos. De hecho, su dominio fue tal que aventajó en casi diez minutos a la canaria Ruth Brito, afincada desde hace tiempo en Vitoria-Gasteiz, que tuvo que conformarse con repetir el resultado de la pasada edición y terminar en segunda plaza con una marca de 4 horas, 24 minutos y 47 segundos.
Sánchez consiguió distanciarse del resto de sus rivales en el segmento de natación y a partir de ahí dominó con mano de hierro el resto de la prueba, sin ceder el liderato ni dar muestras de debilidad en ningún momento. A la llegada a las calles del centro de Vitoria-Gasteiz, donde transcurrió el tramo de carrera a pie, Sánchez, Brito y la tercera clasificada, Cristina De la Torre, ya estaban ordenadas en las mismas posiciones en las que cruzaron más tarde la línea de meta, situada en la Plaza de los Fueros.
Brito fue el mejor reflejo de la exigencia de la prueba, con mucho calor y sol en el inicio y lluvia intensa al final. La pareja de Eneko Llanos se llevó la mano a la zona isquiotibial al poco de cruzar la línea de meta y, con la cara desencajada, tuvo que ser atendida por el equipo médico y tomar asiento hasta que pudo recuperar la compostura. Eso sí, antes de ello tuvo tiempo para dar una última vuelta por la línea de meta y saludar a los aficionados que reconocieron su esfuerzo desde detrás de las vallas.
Llanos, el gran protagonista
La prueba, que reunió más de 600 triatletas, transcurrió sin demasiados incidentes, aunque la lluvia produjo complicaciones logísticas en la transición de bicicleta a carrera a pie que afortunadamente pudieron solventarse. Una de las noticias negativas de la jornada fue la caída de uno de los triatletas en la sección de bicicleta, en la zona de Zurbano, que provocó que se rompiera la clavícula.
Por lo demás, fue una jornada redonda en la que Eneko Llanos fue sin duda el gran protagonista. El gasteiztarra levantó los aplausos de los aficionados locales a su paso por las calles del Casco Medieval, disfrutó de cada metro y fue saludando y dedicando gestos de agradecimiento a los conocidos y amigos que se encontró por el recorrido.
El momento más emotivo llegó, en cualquier caso, cuando en la línea de meta se encontró con sus familiares sujetando una pancarta en la que se podía leer “Eneko, etxeko txapelduna”.